Un político alemán organiza un viaje nudista y swinger y se le unen 25 personas: incluirá un entrenamiento sexual previo en Alemania

El concejal defiende la iniciativa como un proyecto educativo y turístico para conocer el modelo de Cap d’Agde, el mayor complejo liberal del mundo

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El concejal Julien Ferrat en
El concejal Julien Ferrat en la playa nudista de Cap d'Agde (Julien Ferrat)

En Mannheim, al suroeste de Alemania, una insólita iniciativa política ha generado un aluvión de reacciones. Julien Ferrat, concejal del partido local Die Mannheimer, ha organizado un viaje colectivo al mayor complejo nudista y swinger del mundo, situado en Cap d’Agde, en el sur de Francia. El objetivo, según defiende, es “explorar el potencial del turismo de nicho” y analizar cómo una pequeña ciudad puede convertirse en un referente internacional gracias a políticas públicas de promoción turística.

Lejos de ser una actividad privada, el viaje ha sido anunciado oficialmente en el boletín municipal de Mannheim como una “visita político-educativa”, lo que ha contribuido a la repercusión mediática tanto dentro como fuera de Alemania. Ferrat asegura que el proyecto tiene un claro componente de análisis político y urbanístico. “Cap d’Agde es un buen ejemplo de cómo el apoyo estatal puede transformar un destino pequeño en una potencia del turismo especializado”, afirma.

El complejo francés es conocido por permitir y normalizar la desnudez en todos los espacios públicos —incluidos supermercados y restaurantes—, así como por su tolerancia hacia prácticas sexuales al aire libre. Un estilo de vida que el edil considera digno de estudio desde una perspectiva social y económica.

Entrenamiento previo con prácticas sexuales

El viaje, previsto para los próximos meses, incluirá una preparación previa para los participantes. Ferrat ha organizado un “campamento de entrenamiento” en la Friesenheimer Insel, una isla del Rin situada en la propia Mannheim, donde los asistentes podrán familiarizarse con las dinámicas sexuales propias de Cap d’Agde.

“Tener sexo en tu propia habitación es diferente a hacerlo en la playa con un grupo de hombres masturbándose alrededor, como ocurre allí”, explica Ferrat, sin rodeos. “Será algo parecido a una sesión de tantra: el entrenador explica y practica”.

El concejal ejercerá de guía y facilitador de estas sesiones, que combinarán teoría y práctica. “Una parte será, por ejemplo, cómo acercarse a la gente de Cap d’Agde, para saber más o menos cuáles son las normas sociales allí, pero también acostumbrarse a la situación de tener sexo y que otros te observen”, detalla.

Cap d'Agde, en la región
Cap d'Agde, en la región de Herault

Para Ferrat, estas prácticas no responden a una simple provocación, sino a una experiencia integral que permite comprender un modelo de convivencia distinto y explorar nuevas formas de turismo y desarrollo local. “En Cap d’Agde, el sexo en la playa se toma al pie de la letra. Y cualquiera que siempre haya querido comprar desnudo en el supermercado puede satisfacer fácilmente ese deseo allí”, apunta.

Según los datos proporcionados por el propio Ferrat, 82 personas mostraron interés inicial por el viaje. De ellas, 25 han confirmado ya su participación. El grupo está formado por 17 hombres y 8 mujeres, con edades comprendidas entre los 28 y los 63 años. Ocho proceden de Mannheim, tres del distrito vecino de Rhein-Neckar y dos de Rhein-Pfalz, mientras que los doce restantes llegan desde distintos puntos de Alemania.

Críticas desde la oposición local

La iniciativa no ha estado exenta de polémica. Christian Hötting, presidente de la sección local del partido conservador CDU y también concejal en Mannheim, ha criticado duramente el proyecto. “La propuesta de Ferrat es completamente descabellada”, declaró. Desde otros sectores políticos también se ha cuestionado el uso de canales institucionales para anunciar un viaje de estas características.

Ferrat, sin embargo, defiende la naturaleza “seria” del proyecto y subraya el interés político del destino. Recuerda que el complejo nudista de Cap d’Agde no existiría sin el respaldo de la Misión Racine, un programa estatal francés destinado a fomentar el desarrollo turístico en la costa mediterránea.

Durante la estancia en Francia, está previsto que el grupo mantenga reuniones con representantes de la oficina de turismo local y empresarios del sector, como hoteleros y gestores de clubes nudistas, para conocer de cerca el funcionamiento del enclave.