Ryanair impide a una pareja embarcar en el vuelo a Alicante por problemas con el equipaje de mano: “Parece grande, pero cabe”

Un incidente en el aeropuerto de Cracovia (Polonia), donde Ryanair impidió el embarque de una pareja en un vuelo con destino Alicante, ha generado un debate sobre la potestad de las aerolíneas para restringir el acceso a bordo y sobre los límites que enfrentan los viajeros cuando surgen desacuerdos.

Marcin, uno de los pasajeros afectados, relató al medio polaco Wyborcza que acudió a la puerta de embarque tras superar sin inconvenientes los controles de seguridad.

Allí, una empleada de Ryanair pidió verificar el tamaño del equipaje de mano de ambos. “Colocamos las maletas en el compartimento correspondiente y el equipaje estaba bien. Le dije que siempre tengo problemas con mi maleta en Ryanair porque parece grande, pero cabe. No sé por qué se molestó por semejante comentario”, explicó Marcin.

Al revisar una pequeña bolsa de documentos que llevaba su esposa, la empleada exigió que este accesorio adicional fuera colocado dentro del equipaje de mano, situación que derivó en un intercambio verbal.

La tensión aumentó cuando la empleada advirtió que la pareja no podría embarcar si no cumplía las exigencias. “La señora del servicio empezó a asustarme diciendo: ‘En estas condiciones no subirá al avión y tengo que hacerme a un lado con mi esposa’”, narró el hombre.

El resto de la familia (cuatro adultos y un niño), que esperaba al pie del avión, protestó por la decisión, argumentando que Marcin no estaba ebrio, sino enfermo y, por eso, tenía la voz alterada. “La señora dijo que si mis familiares no bajaban del avión inmediatamente, ellos tampoco volarían”, recordó.

Finalmente, la aerolínea retiró el equipaje de la pareja de la bodega del avión. Marcin intentó hablar con un superior o contactar con la policía, pero le informaron que no existía esa obligación por parte del personal de la compañía. Ante la negativa, solicitó una prueba de alcoholemia, que resultó negativa y fue confirmada por la policía local.

La imposibilidad de embarcar obligó a la pareja a buscar alternativas inmediatas para llegar a destino: “Compré los billetes por 1.900 PLN, y en un taxi al aeropuerto desde Balice gasté 1.325 PLN.

No había otra opción, porque todas las reservas, coches de alquiler y apartamentos estaban a mi nombre”, subrayó Marcin. La suma total de los gastos inesperados ascendió a 3.225 PLN (aproximadamente 675 euros).

Tras regresar del viaje, la pareja intentó presentar una queja a través del formulario online de Ryanair, pero se encontró con que no existía la opción de “no permitirme subir al avión”. Al no recibir respuesta, recurrieron a un bufete de abogados, que ha enviado una carta de requerimiento de pago previo al juicio.

Desde Ryanair, la explicación de los hechos difiere. Alicja Wójcik-Gołębiowska, directora regional para Europa Central, Oriental y Báltica de la aerolínea, afirmó que “los agentes del aeropuerto denegaron el embarque a dos pasajeros porque empezaron a perturbar el orden en la puerta de embarque”.

Según la portavoz, los pasajeros se negaron a colocar su equipaje de mano en la máquina de clasificación y mostraron una actitud agresiva hacia el personal. “Por eso, los agentes les negaron el embarque”, indicó. “Ryanair sigue tomando medidas decisivas para garantizar que todos los pasajeros y la tripulación viajen en un entorno seguro y respetuoso”, concluyó la directora regional.