Qué son los extraños objetos que han aparecido en las playas italianas: “Pedimos a las autoridades competentes que intervengan con urgencia”

En las últimas semanas, playas de la costa italiana, incluidas las de Puglia, han sido el escenario de un extraño fenómeno: miles de pequeños discos de plástico negro se han acumulado sobre la arena, arrastrados por el oleaje. Aunque la presencia de estos objetos se registró por primera vez a comienzos de año en el litoral de Rosolina, al norte del país, su llegada a puntos tan distantes ha despertado la preocupación entre expertos y medioambientalistas.

La alerta acerca de estos residuos comenzó gracias a Enzo Suma, fundador del proyecto Archeoplastica, dedicado desde hace años al seguimiento de desechos marinos en la región adriática. Desde sus canales en redes sociales, describen con detalle el hallazgo: “Esos extraños discos con forma de Pringles encontrados en Rosolina han llegado también a Puglia. Se llaman z-mbbr y proceden de alguna depuradora del norte de Italia”, explican. La tecnología Mbbr (Moving Bed Biofilm Reactor) es parte de un sistema avanzado de depuración de aguas residuales que emplea cuerpos de relleno plásticos de alta resistencia, normalmente fabricados en polietileno o polipropileno.

Identificar el material de estos objetos no ha resultado difícil, pero dar con la fuente de la contaminación resulta una tarea mucho más compleja. Los discos están diseñados para permanecer en el interior de los reactores de las plantas depuradoras, por lo que su aparición en playas y mares indica fallos o escapes persistentes en alguna instalación. La coincidencia temporal y geográfica de los hallazgos, primero en Rosolina - provincia de Rovigo - y recientemente en Puglia, sugiere que el origen del vertido podría estar aguas arriba, en algún punto del río Adige.

Al analizar la forma y características de los discos, surgió la hipótesis de que estos elementos proceden de una empresa sueca especializada en componentes para sistemas de depuración. Así lo relata el propio colectivo en una conversación pública: “Hemos enviado, junto con Matteo Miluzio, que conoce bien la situación de Rosolina, un correo al director de ventas de la empresa sueca que fabrica estos discos. El director, además, es italiano, y esperamos que pueda mostrar una sensibilidad especial hacia este problema. Le hemos pedido si puede facilitarnos una lista de los clientes italianos que utilizan esta tecnología”. Es posible que una empresa - o un depurador que descarga en el Adige - desconozca completamente la situación y continúe liberando estos plásticos al mar de manera inadvertida. Tal como apuntan desde Archeoplastica: “Creemos – escriben – que hay una empresa, o una depuradora que vierte en el Adige, ajena a lo que está ocurriendo, y que sigue perdiendo estos discos en el mar sin saberlo”.

Ante la magnitud del suceso, las autoridades han empezado a intervenir. Fuerzas de los carabineros del Noe (Núcleo Operativo Ecológico) de Padua, Venecia y Roma han sido informadas sobre los hallazgos. En Rosolina, Riccardo Mancin, representante de la organización Plastic Free, participó en una recogida de residuos donde se logró llenar un saco completo con desechos plásticos, entre ellos tubos corrugados y los misteriosos discos. “¿Residuos que pueden atribuirse a las plantas de depuración? Tal vez. Pero hay una cosa segura: la playa no es su lugar. Pedimos a las autoridades competentes que intervengan con urgencia, inicien las investigaciones y detengan este desastre ambiental”, reclamó Mancin durante la jornada.