El 1% más rico concentra un cuarto de la riqueza en España y Madrid lidera la desigualdad patrimonial

La región de la capital destaca porque la riqueza promedio de sus hogares dobla la media nacional, pero se sitúa junto a Baleares, Cataluña y Canarias como los territorios con mayor desigualdad

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La riqueza de los milmillonarios en España creció un 20% en 2024, según Oxfam.

España no solo figura entre los países europeos con mayor concentración patrimonial, sino que su distribución presenta una estabilidad destacada y poco margen de mejora en los últimos años, según indica el informe ‘La desigualdad de la riqueza entre comunidades autónomas’ elaborado por el Centro de Políticas Económicas de Esade. Esta realidad se desprende del análisis del Panel de Hogares, una base estadística formada a partir de datos fiscales y administrativos oficiales que permite por primera vez medir y comparar la riqueza en el conjunto del país y en casi todas las comunidades autónomas. Aunque la desigualdad entre los diferentes estratos socioeconómicos es notable en todo el territorio, donde un 1% de personas contralan el 26% de a riqueza, regiones como Madrid destacan por las importantes brechas entre los más ricos y los más pobres.

Entre 2016 y 2022, la riqueza media neta por hogar en España se mantuvo en torno a los 380.000 euros en términos reales, una vez descontada la inflación. Si bien la cifra subió nominalmente —de 335.000 a 380.000 euros—, este avance perdió valor efectivo debido al encarecimiento general de los precios en la segunda parte del periodo.

Los indicadores de desigualdad muestran un escenario persistentemente preocupante. El índice de Gini apenas osciló entre 70,4 y 71,3 durante los siete años estudiados. Ni las crisis recientes, como la pandemia o el conflicto en Ucrania, ni el crecimiento nominal del patrimonio alteraron de forma significativa el reparto. Tampoco se produjeron grandes variaciones en la composición de los activos a excepción del auge de la vivienda de inversión en los segmentos altos.

La vivienda constituye la mitad del patrimonio de los hogares

La estructura del patrimonio familiar está dominada por la vivienda, que representa aproximadamente el 30% en la residencia principal, el 9% en segundas residencias y cerca de un 14% en propiedades destinadas a inversión, este último segmento el de mayor crecimiento. El resto del patrimonio se reparte entre cuentas corrientes (más del 16%), activos empresariales y acciones (11% cada uno), fondos de pensiones, seguros y productos financieros.

Camarera sirve a los clientes
Camarera sirve a los clientes en una terraza (Cuartoscuro)

La gran diferencia se produce al observar cómo se distribuye la riqueza: el 1% más rico acapara alrededor del 26% del patrimonio nacional, y el 10% más rico controla casi el 60%. Mientras tanto, la mitad de la población con menos riqueza solo llega al 7% del total. El estudio sintetiza que el 10% de las familias que tienen mayor riqueza acumulan casi 8,7 veces más que el conjunto del 50% de las familias que menos tiene. Este nivel de concentración se sitúa en línea con la media de países europeos vecinos, aunque España supera los registros de Alemania, Italia o Reino Unido.

En cuanto a los activos, la franja baja se apoya en cuentas bancarias (63% del total para el 20% menos rico), mientras que la vivienda apenas llega al 20%. A medida que se avanza en la pirámide patrimonial, el peso inmobiliario se incrementa en la clase media y vuelve a reducirse drásticamente en el 1% superior, donde predominan empresas, acciones y fondos, con la vivienda bajando al 25% del total de activos.

Las zonas más ricas son también las más desiguales

Por otra parte, el análisis regional revela disparidades estructurales profundas. Madrid sobresale en la clasificación patrimonial, con 687.000 euros de media por hogar y casi el 35% de la riqueza del 1% superior. Baleares y Cataluña siguen en la lista, superando los 430.000 euros, mientras que Extremadura se sitúa en el extremo opuesto con 229.000 euros. Otras comunidades como Canarias y Andalucía no superan los 250.000 euros de media.

Cada generación en España vive peor: los nacidos entre 1986 y 1995 son los más afectados con cinco veces menos riqueza.

En el plano de la desigualdad interna, Madrid, Baleares, Cataluña y Canarias registran los valores más altos del índice de Gini, muy por encima de la media nacional, lo que apunta a una coincidencia entre riqueza media y concentración patrimonial. Al contrario, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura presentan los menores rangos de desigualdad. El patrón se mantiene en la mayoría de los indicadores, aunque algunas excepciones muestran que riqueza y desigualdad no siempre avanzan juntas: Cantabria y Aragón combinan altos recursos medios con menor concentración.

La estructura de los activos refuerza estas diferencias. En las regiones más desiguales, la inversión inmobiliaria y los activos financieros predominan en el 10% superior, mientras que la vivienda habitual pierde peso en los tramos bajos. En las autonomías menos desiguales, el patrimonio residencial domina incluso entre los hogares modestos.