Así es como elige un gato a su persona favorita: nos eligen con calma

Los gatos se sienten más atraídos por quienes respetan su espacio, tienen un tono de voz suave y no fuerzan las caricias

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Una mujer juega con un
Una mujer juega con un gato. (Europa Press)

Los gatos, conocidos por su carácter independiente y a veces misterioso, también son capaces de establecer vínculos muy profundos con los humanos. A diferencia de los perros, que suelen mostrar su afecto de forma abierta y constante, los gatos eligen con más cautela a su persona favorita. Pero, ¿en qué se basan para hacerlo?

Según expertos en comportamiento felino, los gatos se sienten especialmente atraídos por las personas que emanan un olor corporal natural, tienen un tono de voz tranquilo y no fuerzan las interacciones físicas. Es decir, no buscan a quien los persigue por toda la casa para abrazarlos, sino a quien respeta sus tiempos y su espacio.

La afinidad emocional también juega un papel clave. El gato se apega a quienes logran interpretar su lenguaje corporal y sus necesidades, lo que le transmite confianza y seguridad. En ese sentido, leer correctamente sus señales (como un movimiento de cola o una postura del cuerpo) puede marcar la diferencia entre establecer una relación cercana o generar desconfianza.

Además, el respeto por los límites del animal es fundamental. Un humano que permite que el gato se acerque cuando lo desea y que no insiste en acariciarlo en momentos inoportunos tiene muchas más probabilidades de convertirse en su referente.

(Imagen de archivo)
(Imagen de archivo)

Señales de que te ha elegido

Cuando un gato elige a su persona favorita, lo deja claro con ciertos comportamientos característicos que van más allá del simple contacto físico. Uno de los más conocidos es el gesto llamado “amasar”, un movimiento rítmico con las patas delanteras que recuerda al que hacen los gatos pequeños cuando están mamando. Este comportamiento tiene una fuerte carga emocional y suele aparecer cuando el gato se siente completamente relajado, seguro y en confianza, lo que lo convierte en una señal inequívoca de afecto profundo.

Además de amasar, los gatos demuestran cariño mediante una variedad de gestos sutiles pero significativos. Maullidos suaves dirigidos exclusivamente a una persona, ronroneos constantes en su presencia, pequeños lametones o incluso restregar su cabeza contra la de su humano son muestras claras de que hay un vínculo especial. Dormir cerca (o directamente encima) de esa persona también es una señal potente de que el gato se siente protegido y a gusto. Estos pequeños gestos diarios, a menudo inadvertidos, son una manera silenciosa pero firme de expresar una conexión emocional fuerte y auténtica.

Cómo saber si no le gustas

La actitud esquiva de un gato no debe interpretarse como un simple acto de timidez o capricho. En realidad, es una muestra evidente de su necesidad de preservar su espacio y su bienestar emocional. Cuando un gato se esconde ante la presencia de una persona, especialmente si es alguien nuevo en el entorno, está manifestando una clara intención de protegerse y observar desde una posición segura. Este comportamiento es completamente natural, ya que los gatos, por instinto, tienden a desconfiar de lo desconocido.

Además, si el felino evita sistemáticamente a una persona concreta (aunque forme parte del núcleo familiar) puede estar indicando que no se siente a gusto en su compañía. Esto puede deberse a múltiples factores: un tono de voz muy elevado, movimientos bruscos, olores extraños o incluso experiencias negativas pasadas. También es posible que esa persona no respete los límites del animal o intente forzar el contacto físico.

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Comprender estos mensajes sutiles es fundamental para establecer una convivencia armoniosa. Respetar los tiempos del gato, permitirle acercarse por iniciativa propia y ofrecerle un entorno tranquilo son pasos clave para ganarse su confianza. A largo plazo, la paciencia y la empatía suelen ser recompensadas con una relación más estrecha y afectuosa