Violencia en el quirófano: investigan a un cirujano por pegar un puñetazo a una compañera en medio de una operación

El reconocido cirujano Giuseppe Sica, profesor titular de cirugía robótica, habría agredido física y verbalmente a su asistente, la cirujana de 36 años Marzia Franceschilli

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Quirófano. (Adobe)
Quirófano. (Adobe)

En un quirófano puede haber tensión, pero la violencia no es el camino. El pasado 6 de junio se vivió un episodio dramático en el hospital Policlinico di Tor Vergata de Roma durante una delicada intervención quirúrgica. Según ha publicado el diario Corriere della Sera, el reconocido cirujano Giuseppe Sica, profesor titular de cirugía robótica, habría agredido física y verbalmente a su asistente, la cirujana de 36 años Marzia Franceschilli, acorde con las primeras declaraciones recogidas en la investigación interna del hospital.

El incidente, que inicialmente se difundió a través de un video en redes sociales y chats internos del hospital, ha desencadenado una serie de investigaciones tanto a nivel hospitalario como regional. El vídeo, grabado por una enfermera de otra sala operatoria alertada por los gritos, muestra a Sica profiriendo insultos como imbecille y vergognati (“imbécil” y “debería darte vergüenza”) hacia Franceschilli.

Según las primeras cuatro audiciones realizadas por el Collegio dei garanti del hospital, Sica no solo habría insultado a su asistente, sino que también la habría golpeado en la nuca con un puño, un hecho que ha sido confirmado por todos los testigos entrevistados hasta el momento, según el diario italiano, aunque cada uno desde una perspectiva diferente.

Violencia verbal y física

La agresión ocurrió mientras Sica dirigía una operación compleja. De acuerdo con los testimonios recogidos por Corriere della Sera, el cirujano perdió la visual del monitor que utilizaba para guiar la intervención, se levantó abruptamente de la mesa de operaciones y se dirigió hacia Franceschilli, a quien increpó verbalmente en repetidas ocasiones antes de propinarle el golpe. La cirujana, visiblemente afectada por el episodio, permaneció en su domicilio durante dos semanas y acudió al servicio de urgencias para dejar constancia médica de la lesión sufrida.

El caso salió a la luz pública varios días después del suceso, cuando el vídeo comenzó a circular en internet. La dirección del Policlinico di Tor Vergata reaccionó de inmediato, abriendo una investigación interna y convocando a los principales implicados para esclarecer los hechos. El primer día de interrogatorios incluyó a Franceschilli, un enfermero de sala y dos enfermeras “circulantes” que formaban parte del equipo quirúrgico esa mañana. Todos ellos coincidieron en la gravedad de la situación y en la naturaleza física de la agresión.

Sala de quirófano (AdobeStock)
Sala de quirófano (AdobeStock)

El propio Sica, dos días antes de la publicación de los primeros resultados de la investigación, emitió una nota en la que reconocía haber utilizado un tono duro durante el enfrentamiento, aunque justificó su actitud por una “percepción de peligro” en el contexto de la operación. Sin embargo, las declaraciones de los testigos recogidas por el Collegio dei garanti contradicen la versión del cirujano, aportando una imagen más severa de lo ocurrido.

Un vídeo que demuestra los hechos

La procedencia del video, que ha sido clave para la difusión del caso, también se ha esclarecido durante las audiciones. No fue la presunta víctima quien grabó las imágenes, sino una enfermera de otra sala, atraída por la intensidad de los gritos de Sica, que se prolongaron mucho más allá del minuto que se puede escuchar en la grabación difundida en la web. Este detalle ha sido confirmado por los participantes en la investigación interna, según Corriere della Sera.

El impacto del caso ha trascendido el ámbito hospitalario. El presidente de la Región Lazio, Francesco Rocca, anunció la apertura de una investigación regional y la inminente llegada de inspectores a Tor Vergata para recoger los testimonios de todos los implicados. Rocca prometió “sanciones” para el médico responsable, en caso de que se confirmen los hechos, y subrayó la importancia de garantizar un entorno seguro y respetuoso en los hospitales públicos.

El caso ha generado una fuerte conmoción entre el personal sanitario del Policlinico di Tor Vergata. El día de la agresión, en el área quirúrgica se encontraban numerosos profesionales, incluidos médicos, enfermeros y residentes en formación. Las autoridades hospitalarias han convocado a todos los presentes para que aporten su versión de los hechos, en un intento de reconstruir con precisión lo sucedido y depurar responsabilidades.

La figura de Giuseppe Sica ha quedado en entredicho tras la difusión del video y las declaraciones de los testigos. Aunque el cirujano ha intentado justificar su comportamiento por la presión inherente a las intervenciones quirúrgicas, la contundencia de los testimonios recogidos hasta ahora apunta a una conducta incompatible con los estándares éticos y profesionales exigidos en el ámbito sanitario. La reacción de la dirección del hospital y de las autoridades regionales refleja la gravedad con la que se ha tomado el incidente.

“No te quiero ver más aquí”

“No te quiero ver más aquí” fue una de las frases que Sica dirigió a Franceschilli durante el altercado, según se escucha en la grabación. La cirujana, que llevaba diez años trabajando en el equipo de Sica, ha recibido el apoyo de sus compañeros y de la dirección del hospital, que ha puesto en marcha todos los mecanismos previstos para la protección de los trabajadores y la sanción de conductas violentas.