Un estudio asegura que la tasa de desempleo no es más alta entre los mayores de 45 años pero sí más preocupante

En Cádiz y Córdoba hay más personas sin trabajo a partir de esta edad, pero se debe a una cuestión demográfica

Guardar
Oficina de empleo. (Europa Press/Montaje
Oficina de empleo. (Europa Press/Montaje Infobae)

Las personas que superan los 45 años ocupan el porcentaje más elevado dentro de los desempleados en las provincias de Cádiz y Córdoba. Esta tendencia se extiende a otros lugares de España. Sin embargo, la razón tras este dato no es una peor tasa de empleo, sino la simple presencia de más personas adultas en todos los sectores sociales por el envejecimiento.

No obstante, encontrarse en el paro con estos años sí se puede considerar un problema más grave, pues las oportunidades disminuyen con el paso de los años. Además, suelen contar con más obligaciones a las que hacer frente que generaciones más jóvenes. Por ello, las instituciones deben favorecer el empleo entre las personas mayores de 45.

Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el socioeconomista Alejandro Vara de Gabriel en su estudio Datos y Análisis Básico sobre la Población Activa Mayor de 45 Años Residente en las Provincias Andaluzas de Cádiz y Córdoba, encargado por la Red Araña Andalucía.

Declaraciones de la directora del Departamento de Empleo, Diversidad y Protección Social de CEOE, Rosa Santos, que ha avisado de la pérdida de empleo en microempresas y el menor ritmo de crecimiento del mercado laboral.

Un problema no más acentuado en los mayores de 45

Este estudio se ha centrado en estas dos provincias andaluzas con el objetivo de “dotar, a ésta y otras entidades así como a toda la sociedad andaluza, de una valiosa información de cara a iniciar nuevas líneas de actuación o perfeccionar las ya existentes para con este colectivo”.

Es habitual encontrar titulares que señalan que gran parte de las personas no ocupadas superan esta edad. En el caso de Cádiz, la población activa representa el 52,97%, mientras que en el rango de edad mayor de 45 supone un 42,52%, con un total de 272.129 personas activas, lo que descarta a todos los jubilados.

Además, la tasa de desempleo entre la población activa mayor de 45 años de la provincia de Cádiz se situaría en el 19,6%, más de un punto por debajo de la que se sufre el conjunto de la población de la provincia, lo que demostraría que no existe un problema más acentuado en esta franja.

En el caso de Córdoba, la tasa de desempleo en mayores de 45 años es del 16,9%, ante una generalizada del 17,18%. Al igual que ocurre con su vecina de comunidad autónoma, hay un mayor porcentaje de inactivos a partir de los 45 años por motivos evidentes, pero, cuando se observan los parados, no se encuentra un porcentaje más preocupante.

El paro registrado en las oficinas de los servicios públicos de empleo bajó en 57.835 personas en mayo en relación con el mes anterior (-2,3%) debido, sobre todo, al sector servicios, que concentró tres cuartas parte del descenso del desempleo, según datos publicados este martes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.

La desigualdad de oportunidades

Según este economista, no son los datos los que deben generar cierta alerta entre esta franja de edad. Señala que el gran inconveniente se encuentra en que “las oportunidades que ofrece el sistema capitalista tienden a agotarse a medida que la edad de una persona avanza, por lo que el desempleo va volviéndose un problema mayor a medida que la persona también se va volviendo mayor”.

La formación no es un problema entre los adultos, pero también es una demostración de menos oportunidades. Según esta investigación, la alfabetización es prácticamente nula, mientras que una tercera parte cuenta con estudios universitarios. Estos datos eran impensables en generaciones anteriores.

Sin embargo, las formaciones profesionales y opciones de grados medios y superiores se han catapultado en los últimos años, abriendo más puertas a los jóvenes actuales que a estas generaciones cuando se encontraban en el momento de escoger un futuro al terminar la formación obligatoria.

Medidas y políticas

Vara de Gabriel apunta en varias direcciones como formas en las que se debería actuar para ayudar a este colectivo. Propone reformas en políticas de empleo, como leyes de empleo garantizado, orientadas a integrar a personas de este colectivo en actividades socialmente necesarias.

Otra alternativa es facilitar la formación para personas con edades más avanzadas a las habituales en las aulas. Propone crear programas específicos de formación adaptados a perfiles individuales y necesidades sectoriales o desarrollar planes de recualificación para sectores y empleados concretos.

Finalmente, cree que es fundamental romper con el prejuicio que reciben muchos trabajadores veteranos. Para ello, considera que hay que promover la imagen de los trabajadores senior como activos valiosos, portadores de experiencia y madurez, y realizar campañas específicas dirigidas a empresas, departamentos de recursos humanos y organismos públicos.