José Elías cuenta que su madre le inscribió con los apellidos de su exmarido y que puso una demanda para reclamar la paternidad de su padre: “Fue bastante duro”

Prometió a su padre antes de que esta falleciera que conseguiría su identidad legal. Sus esfuerzos por recuperar su apellido lo acabaron enfrentando legalmente a sus propios hermanos. José Elías ha relatado su sorprendente y compleja vida familiar en sus perfiles de redes sociales.

Al nacer, su madre lo registró con otro apellido. Con los años, José Elías decidió que quería portar el de su padre. El caso se mantuvo enredado durante años en los tribunales, hasta que finalmente, después de una época “bastante dura” con una auténtica batalla judicial se le reconoció el derecho a figurar con su apellido.

Nacer con dos identidades

La situación se remonta a su nacimiento, cuando sus padres mantenían una relación complicada. Su padre, descrito como una buena persona pero poco organizado con los trámites, no lo inscribió en el registro civil. Ante esta omisión, su madre decidió registrarlo con los apellidos de su exmarido.

Más adelante, el padre acudió a otro registro e hizo una inscripción diferente, otorgándole sus propios apellidos. Esto hizo que se diera una situación de película: convivió durante décadas con dos partidas de nacimiento diferentes y dos identidades legales distintas.

Durante su infancia y juventud, utilizó el nombre que le asignó su madre, pues ella lo registró así en todos los documentos y trámites. Sin embargo, la doble identidad se convirtió en un conflicto tras el fallecimiento de sus padres. Fue entonces cuando decidió iniciar el largo camino legal para solucionar su situación.

16 años de juicios

El proceso judicial que se abrió no tuvo soluciones rápidas ni sencillas. Al intentar regularizar su situación en el registro civil, los funcionarios le informaron que ninguna de sus identidades podía ser anulada sin presentar un certificado de defunción. Esta exigencia supuso un gran obstáculo, pues, como explica jocosamente José Elías, “no estaba muerto”.

La única vía disponible fue iniciar una demanda judicial compleja. El objetivo era conseguir la anulación formal de las dos partidas de nacimiento previas, y al mismo tiempo solicitar el reconocimiento de la paternidad de su padre biológico. La única forma de hacerlo era demandando a los herederos del fallecido, es decir, sus hermanos.

Los hermanos estuvieron completamente de acuerdo y le apoyaron, participando en el procedimiento judicial de manera formal. “un juicio donde yo soy el demandante y los acusados son mis hermanos, dándome la razón delante del juez”, explica el empresario. La demanda resultó ser un procedimiento largo, con múltiples trámites y audiencias, en las que todas las partes dieron un mismo testimonio.

El proceso se extendió durante 16 años, convirtiéndose en un laberinto legal con muchas complejidades. “Yo no lo hacía por herencia, no había nada que heredar. Solo quería cumplir mi promesa y que me reconocieran como su hijo. Solo quería mi verdadero nombre”, afirma en su escrito José Elías.

“Hay batallas que no son por dinero. Son por identidad, por dignidad, por ser quien realmente eres”, concluye este conocido empresario y figura pública que ha decidido dar a conocer una situación personal muy complicada y laboriosa, pero que acabó con el final deseado.