Bruselas permitirá que los países de la UE concedan ayudas para abaratar la factura de la luz a las industrias que inviertan en descarbonización

Este nuevo marco regulatorio, propuesto por la Comisión y consultado ya con todos los Estados miembros, está dirigido a sectores altamente expuestos al comercio internacional y cuya actividad depende del consumo energético

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La Vicepresidenta Ejecutiva de la
La Vicepresidenta Ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, interviene en una rueda de prensa en Bruselas. (REUTERS/Yves Herman)

Este miércoles, la Comisión Europea ha presentado un nuevo marco regulatorio que permitirá a los Estados miembros ofrecer apoyo público para rebajar los precios de la electricidad a empresas de sectores altamente expuestos al comercio internacional y cuya actividad depende considerablemente del consumo energético. Esta medida, anunciada tras un proceso de consultas con los 27, y que está enmarcada en la actualización de las ayudas estatales, busca reforzar la competitividad de la industria europea frente a otros países como China y Estados Unidos. Además, exigirá a las empresas beneficiarias un compromiso de inversión en procesos de descarbonización durante al menos tres años.

El plan, que estará vigente, en principio, hasta el 31 de diciembre de 2030, tiene como finalidad ofrecer estabilidad y la posibilidad de ser más previsibles, aspectos señalados como fundamentales para impulsar las inversiones en un escenario marcado por la transición hacia una economía baja en carbono. La Comisión ha considerado que facilitar a las empresas el acceso a una electricidad más barata contribuirá a aliviar la carga financiera de sectores industriales clave como la siderurgia, el sector de los plásticos, la fabricación de baterías y la industria automotriz.

Aceleración en el despliegue de energías renovables y nuevas reglas para ayudas industriales

Durante la presentación de esta propuesta, la vicepresidenta de la Comisión para una Transición Limpia y comisaria de Competencia, Teresa Ribera, ha explicado que “no es una obligación para los Estados miembro hacer uso de estas facilidades, pero creo que era importante que aquellos que estén dispuestos a utilizarlas cuenten con este marco que introduce las condicionalidades, los elementos que acompañan a esto”, haciendo referencia a la apuesta de las empresas por la descarbonización.

Estas nuevas medidas también buscan agilizar los trámites en la instalación de energías renovables, permitiendo a las capitales de los 27 implementar procedimientos de licitación simplificados. Se incentiva, además, la elaboración de regímenes que se adapten a cada situación energética nacional, lo que brindaría a los Estados miembros la posibilidad de adoptar planes específicos para tecnologías como paneles solares, baterías, turbinas eólicas, bombas de calor, electrolizadores y sistemas de captura y almacenamiento de carbono.

Una de las novedades más importantes del paquete regulatorio está en la opción de conceder ayudas equiparables a las recibidas por empresas en otras regiones del mundo, con el objetivo de que los proyectos estratégicos no emigren fuera de Europa en busca de mayores incentivos económicos. Así, los Estados miembro podrán ofrecer un apoyo público superior para igualar los niveles ofrecidos por terceros países cuando se trate de inversiones consideradas esenciales para la autonomía y sostenibilidad industrial europea.

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El gas natural se mantiene como opción transitoria bajo condiciones específicas

A pesar de la clara orientación hacia las energías renovables y tecnologías limpias, la Comisión Europea contempla la posibilidad de que ciertos proyectos relacionados con el gas natural puedan beneficiarse de estas ayudas de manera excepcional. Aunque Bruselas mantiene el compromiso de eliminar progresivamente este combustible fósil antes de 2040, se reconoce su papel como vector transitorio mientras no existan alternativas plenamente desarrolladas o la infraestructura necesaria carezca de madurez.

Sobre esto, Ribera ha especificado que desde Bruselas aceptan “cierta flexibilidad en comparación con lo que ha concebido como la mejor manera de apostar por el futuro del sistema energético y el futuro de la industria, porque entendemos que tenemos que pasar por este valle de la muerte para facilitar a las industrias a entrar en esta transformación”.

Para acceder a este tipo de incentivos, los gobiernos deberán justificar la supervivencia temporal del gas natural en la matriz energética, demostrando la ausencia de alternativas viables o la necesidad de desplegar la descarbonización por etapas. De esta manera, el gas natural podría recibir apoyo financiero siempre que esté vinculado a mejoras en la eficiencia energética o a reducciones demostrables en las emisiones.

*Con información de Europa Press.