Un economista explica qué política aplicaría en España para mejorar la situación del país: “Tenemos que tener una mentalidad en la cual facilitemos a nuestras empresas a crecer”

La situación económica en España sigue generando debate entre especialistas, empresarios y trabajadores. El elevado desempleo, la dificultad para que las empresas crezcan y la persistencia de los bajos salarios se sitúan entre las principales preocupaciones. Sergio Rapado, economista y divulgador en redes sociales, plantea en uno de sus últimos vídeos de TikTok (@sergio.economia) una reforma concreta que, según su análisis, podría cambiar el panorama productivo del país.

Rapado asegura que la prioridad debe ser una reforma del impuesto de sociedades. “Actualmente, tenemos un impuesto de sociedades del 25% y mi reforma pasaría por dividirlo en tres tramos: un tramo general del 25%, un tramo reducido del 15% que afectaría a la industria, al sector secundario y al sector agropecuario, y un tipo hiperreducido del 10%, el cual afectaría a tecnológicas y farmacéuticas”, detalla.

Uno de los elementos centrales de la propuesta es la exención del impuesto de sociedades durante los dos primeros años para las nuevas empresas. “Las sociedades de reciente creación estarían exentas de pagar el impuesto de sociedades durante los dos primeros años. Y esto está hecho debido a que alrededor de la mitad de las empresas españolas cierran a los cinco años”, comenta el economista, aludiendo a la elevada tasa de mortalidad empresarial en España.

Rapado señala que la estructura empresarial actual es uno de los principales problemas a enfrentar. “La mayoría de las empresas en España son microempresas. Apenas tenemos medianas y grandes empresas que son las que realmente generan trabajo y son las que realmente generan riqueza en un país”, afirma. Según su análisis, muchas de estas microempresas solo generan autoempleo y no favorecen el crecimiento del tejido productivo.

La tasa de paro es otro de los puntos críticos destacados. “La tasa de desempleo de España es la más elevada de la Unión Europea y actualmente está en torno al 11%”, advierte. Respecto a los ingresos personales, el economista aclara que la percepción sobre el nivel de impuestos no se ajusta siempre a la realidad: “Mucha gente se queja de que en España pagamos mucho IRPF. Eso es falso. Si tú coges el sueldo medio y calculas IRPF para el sueldo medio… está en torno al 18%”.

En su opinión, ni reducir el IRPF ni disminuir las cotizaciones sociales son medidas efectivas para elevar los salarios. “No es una solución, porque realmente el tipo que paga el español medio no es tan alto y, por lo tanto, no ingresaría mucho más dinero. Bajar las cotizaciones tampoco es una solución porque el sistema de pensiones se vuelve menos sostenible”, explica.

Además, duda que una reducción de las cotizaciones sociales se traslade íntegramente al salario de los trabajadores: “Si tú bajas la cotización social, por ejemplo, del 36% al 26%, ¿realmente piensas que el dueño de la empresa te va a ingresar a ti en tu nómina toda esa diferencia? Yo pienso más bien que a ti te ingresará quizás cinco puntos de ese ahorro y los otros cinco se lo quedará de beneficios”.

Para Rapado, la clave estaría en un mercado laboral más competitivo, donde el empleo crezca y los salarios aumenten de manera natural. “Cuando ese empleo cae por debajo del 6%, los salarios por sí solos aumentan”, sostiene. Bajo este enfoque, la reforma del impuesto de sociedades facilitaría que más empresas sobrevivieran y crecieran, favoreciendo la creación de empleo y, en consecuencia, mejores salarios.

La propuesta abarca también incentivos para determinados sectores. “Buscamos que las empresas no se queden siendo microempresas o pequeñas empresas, sino que crezcan y se conviertan en medianas y grandes empresas. Esto lo conseguimos aumentando su tasa de supervivencia, ya que tendrían exentos los dos primeros años el impuesto de sociedades, e incentivando sectores como el industrial o el farmacéutico, bajando este impuesto al 10%”, remarca.

Rapado responde a la posible preocupación sobre una reducción de la recaudación fiscal: “Si con la bajada de estos impuestos conseguimos aumentar el empleo, crearemos nuevos trabajadores que pagan IRPF y consumen más, y, por tanto, pagan más IVA. Así que, de hecho, la recaudación no disminuye, sino que encima aumentaría”.

En el diseño de la reforma se incorporan bonificaciones adicionales que, bajo determinados requisitos, podrían reducir aún más el impuesto de sociedades para empresas que generen más empleo, aumenten los sueldos al nivel del IPC, cumplan normas medioambientales de la Unión Europea, reinviertan beneficios en la compañía o se establezcan en provincias con menos de un millón de habitantes. “Esta política en concreto, estaría hecha para que las empresas pasasen de microempresas a pequeñas empresas, de pequeñas a medianas y de medianas a grandes. Tenemos que tener una mentalidad en la cual facilitemos a nuestras empresas a crecer”, subraya.

Además, propone diferenciar el trato fiscal para inversores extranjeros: “No solamente es la exención de dos años a los españoles que creen una nueva empresa, sino también de cinco años a los extranjeros que establezcan su empresa en España. Lo que queremos es incentivar a las empresas extranjeras a que vengan a España, ya no solamente por esta exención de cinco años… sino porque quizás al ser una empresa tecnológica o de sector industrial, pues pagarían menos impuestos que en su país”.