Bajar un 30% el precio de la vivienda podría crear 410.000 puestos de trabajo y acabar con la especulación

El precio de la vivienda se ha disparado a máximos históricos los últimos años hasta suponer una importante merma en las rentas de compradores e inquilinos. Por ello, abaratar su coste un 30% generaría un impulso en la demanda agregada de 25.000 millones de euros que llevaría aparejada la creación de 410.000 puestos de trabajo, lo que equivale al 20% del empleo creado en los últimos cinco años.

Estas son las conclusiones de un informe elaborado por el Gabinete Económico Confederal de Comisiones Obreras en el que destaca que la vivienda se ha convertido en el principal problema social y económico de España. Argumenta que “es un problema social por la creciente inaccesibilidad a un bien básico y la segregación y exclusión que genera. Y también es un problema económico por la extracción de rentas a costa de la capacidad adquisitiva de los salarios, de la demanda agregada, de la inversión productiva, y, por tanto, del crecimiento económico y la creación de empleo”.

Estos problemas se han producido debido a que el ‘ladrillo’ se ha convertido en la inversión más rentable del mercado, lo que a juicio del sindicato “lastra la inversión productiva”. Así, según recoge el estudio, a cierre de 2024, la rentabilidad bruta anual de la vivienda se situó en un 12,9%, superando con creces la que ofrecían productos de bajo riesgos como los depósitos a plazo fijo, que daban un interés del 2,2% de media, o la de la deuda del Estado, con un 3,2%. Además duplicó la rentabilidad de la inversión productiva del 7,3% que ofreció el capital invertido de las empresas españolas en 2024.

En este escenario, los autores del informe señalan que el modelo español de vivienda “fomenta el rentismo y la especulación y, por lo tanto, expulsa a miles de personas del acceso a una vivienda a un precio asequible”. Inciden en que los efectos de nuestro modelo de vivienda no solo tienen un fuerte impacto social sino también importantes consecuencias económicas negativas.

“Para las familias supone una fuerte extracción de renta, que echa por tierra las subidas salariales, aboca a muchos hogares a no llegar a fin de mes y limita a nivel macroeconómico la demanda agregada”. Señalan que estas familias deben destinar una parte cada vez mayor de sus ingresos a pagar la vivienda, en detrimento de otros bienes y servicios básicos de la economía real que generarían más actividad y empleo.

El informe realiza la simulación de reducir el precio de la vivienda en un 30% y analiza su impacto macroeconómico -demanda agregada y empleo- a corto plazo, 5 años, y a medio plazo, 10 años, tomando en cuenta cómo les afectaría la reducción de precios a los millones de hogares expuestos al coste de la vivienda, ya sea vía alquiler o vía compra.

Los resultados arrojan un impacto potencial relevante en la demanda agregada, y, por tanto, en el crecimiento económico, y la creación de empleo en nuestro país, por lo que “abaratar el coste de la vivienda un 30% supondría un impulso en la demanda agregada de 25 mil millones de euros que llevaría aparejada la creación de 410 mil puestos de trabajo en 5 años”.

Los autores del informe recuerdan que 6,3 millones de hogares están potencialmente expuestos al coste variable de la vivienda, directa o indirectamente, a través de los tipos de interés. Según la Encuesta de Condiciones de Vida y el Censo de Hogares del INE, el 45,1% de los hogares del país están potencialmente expuestos al coste variable de la vivienda al estar en alquiler -un quinto del total de hogares- o en régimen de propiedad con hipoteca –un cuarto de los hogares-.

En opinión de CCOO, la política de vivienda fomentada desde el franquismo ha causado un daño enorme en la sociedad y en nuestro tejido productivo: “Pero esa política no tiene porqué condicionar los próximos años. Al contrario, es ahora cuando se puede cambiar esa tendencia y ofrecer una solución viable a uno de los mayores problemas sociales del país y que frustra los proyectos de vida de miles de personas y limita el impacto de las medidas sociales y laborales adoptadas en los últimos años”.