La escalada bélica entre Irán, EEUU e Israel, sanciones a Rusia o la rivalidad con China: la UE necesita una acción coordinada, pero tropieza con divisiones

Los líderes de los Veintisiete no encuentran la unanimidad necesaria para influir en Oriente Medio. Las represalias a la energía rusa comienzan a tomar forma, aunque se esperan enmiendas al texto definitivo

Guardar
La presidenta de la Comisión
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, (Remo Casilli/Reuters)

En un escenario geopolítico convulso y con múltiples frentes abiertos, la UE continúa encallada, dividida e incapaz de influir en los asuntos globales. Y no es que haya un solo elefante en la habitación. Este lunes, el Consejo de Asuntos Exteriores, la reunión en Bruselas entre los jefes de la diplomacia de los Veintisiete para decidir acciones conjuntas, servirá para sentar las bases de cara al Consejo Europeo del 26 de junio. Los representantes de Exteriores de los países de la UE debatirán sobre varios asuntos, desde la aprobación del decimoctavo paquete de sanciones a Rusia hasta la política para Oriente Medio o la relación con China y la seguridad europea.

Las nuevas sanciones al Kremlin parecen estar más cerca, a pesar de que Hungría y Eslovaquia amenazasen con imponer su veto si sus países se veían afectados por las represalias a la energía rusa. Pero una puerta de esperanza se ha abierto tras la última reunión entre los embajadores comunitarios. Según afirmaron, los Veintisiete se encuentran cerca de acordar un texto definitivo, si bien se espera que se añadan ciertas enmiendas. La UE quiere golpear a la energía, y entre los objetivos principales se encuentran las empresas que operan en torno a los gasoductos Nord Stream.

Inicialmente, se planteó incorporar en el paquete un acuerdo para imponer un límite al precio del barril del petróleo de 60 a 45 dólares por barril. Sin embargo, Von der Leyen ha recibido un jarro de agua fría sobre este asunto. La dirigente germana reconoció que para garantizar la efectividad del paquete debe de ir de la mano del resto de líderes del G7, pero en la cumbre de alto nivel en Canadá, no pudo convencer a Donald Trump.

Qué hacer con Irán e Israel

Otro de los asuntos candentes que marcará la agenda es el último informe del SEAE que advierte de “indicios” de vulneraciones de los derechos humanos por parte de Israel en Gaza, donde se hace mención explícita al “nivel sin precedentes de muertos y heridos entre los civiles”. La UE defiende el derecho de Israel a la legítima defensa frente al ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre, pero una de las dudas es si sus acciones exceden la autodefensa.

Israel lanzó una nueva ola de ataques contra instalaciones militares del régimen iraní

Los Estados miembros aprobaron por una mayoría de 17 estados —el 60%— revisar el Acuerdo de Asociación con Israel, ante las preocupaciones de algunos países sobre si el gobierno de Benjamin Netanyahu estaría vulnerando el artículo 2, que hace referencia al respeto de los derechos humanos y los principios democráticos.

El informe publicado el pasado viernes no es el único que ha sido encargado por Bruselas, pero esta vez las conclusiones no contienen ambigüedades que puedan dar margen a interpretaciones interesadas. Ahora, la UE debe decidir si hay suficiente apoyo para llevar a cabo represalias. Es decir, si el bloque dará un paso más allá de recurrir al “deeply concern” (del inglés, “profundamente preocupados”).

El Acuerdo, que data del año 2000, define las relaciones comerciales entre Israel y la UE, además de asuntos como la cooperación política. ¿Hay unanimidad a favor de dejar en suspenso el pacto? Lo cierto es que no. En lo que respecta a la situación en Gaza, el bloque se encuentra dividido en dos bloques, entre los que apoyan la suspensión total del acuerdo y los que se han posicionado junto al Gobierno israelí casi de manera incondicional. A este grupo pertenecen países como Alemania, Italia o Hungría.

Con esto, la opción más radical, que es la que sopesan gobiernos como el de Pedro Sánchez si se constataban violaciones de derechos humanos, queda totalmente descartada, pues requiere de mayoría absoluta entre los Veintisiete. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, ha comentado que la Comisión Europea presentará todas las opciones de cara al Consejo Europeo del 15 de julio y, en este sentido, podría plantear otras acciones que requerirían mayoría cualificada. Fuentes comunitarias señalaron al medio Politico la opción de reducir los lazos comerciales.

Sobre la cuestión iraní, también hay diferencia de opiniones. Los Veintisiete califican al régimen de Teherán como el principal actor desestabilizador de la región, pero difieren sobre el derecho de Israel a defenderse. La posición acordada entre los Veintisiete es a favor de la diplomacia y la desescalada. Este domingo, después del bombardeo de Estados Unidos a tres instalaciones del programa nuclear iraní, Von der Leyen pidió a Irán que se comprometa con “una solución diplomática creíble” para evitar una mayor escalada en Oriente Medio. “Ahora es el momento de que Irán regrese a la mesa de negociación. Es la única vía para poner fin a esta crisis”, escribió en redes sociales. También afirmó que “Irán nunca debe adquirir la bomba” y subrayó que “la estabilidad y el respeto del derecho internacional deben prevalecer”.

El reseteo de las relaciones con China se esfuma

Por último, la UE debatirá la relación con China. El proteccionismo de Trump frente al mundo, con su política de aranceles comerciales, obligó a la líder del Ejecutivo comunitario a mirar hacia el gigante asiático, que todavía tiene el triple estatus de socio, competidor y rival. Pero este reseteo de las relaciones, que parecía encaminarse a una luna de miel entre Bruselas y Pekín, se ha convertido en un divorcio express. Von der Leyen denunció en la cumbre del G7 que el régimen chino estaba llevando a cabo “un casi-monopolio” en el suministro de los materiales raros. Desde hace años, apuntó, Pekín ha estado abusando de su posición y la ha utilizado como arma para debilitar a sus competidores.

Las delegaciones de Estados Unidos y China han anunciado este miércoles un acuerdo marco para reactivar la tregua comercial, un pacto que se centrará en el "consenso de Ginebra", alcanzado durante la primera ronda de contactos en mayo en esta ciudad suiza, tras el repunte de las tensiones durante las últimas semanas. (Fuente: The White House, Howard Lutnick X, Li Chenggang X)

Otro punto de fricción ha sido la decisión de Bruselas de restringir a las empresas chinas de las licitaciones públicas de productos sanitarios que superen los cinco millones de euros. La Comisión Europea entiende que China ha discriminado a los fabricantes europeos de las licitaciones públicas del régimen de su país. Argumenta que la decisión es una medida-espejo que tiene como objetivo igualar las condiciones y presionar a Pekín para que ceda en estas prácticas abusivas.

Por si esto fuera poco, Von der Leyen ha criticado a China por no controlar la sobreproducción de su país y le acusa de permitir un flujo masivo de productos subvencionados ilegalmente hacia el mercado europeo. Actualmente, Bruselas mantiene investigaciones al automóvil eléctrico chino por supuestas ayudas estatales ilegales, pero también tiene en el foco el acero, las farmacéuticas o las plataformas minoristas del comercio.