Un experto en realeza revela que las discusiones por la corona entre los príncipes Guillermo y Harry ya eran una gran preocupación para Lady Di

El cronista Robert Jobson ha revelado a ‘The Mirror’ el apodo que la exprincesa de Gales otorgaba a su hijo pequeño por su papel de ‘suplente’ en la corona

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Lady Di con sus hijos
Lady Di con sus hijos Harry y Guillermo. (IMAGEN DE ARCHIVO).

Desde su nacimiento, el príncipe Guillermo supo que algún día heredaría la corona. Criado para convertirse en rey, su destino parecía trazado con precisión. Por su parte, su hermano menor, el príncipe Harry, creció bajo una sombra muy distinta: la del “suplente”, el segundo en la línea de sucesión, con menos peso institucional y más libertad para imaginar un camino distinto. Y eso fue precisamente lo que hizo.

El giro definitivo llegó en 2020, cuando Harry y su esposa, Meghan Markle, renunciaron a sus funciones como miembros activos de la familia real y se trasladaron a California. Su decisión rompió con décadas de tradición monárquica y desencadenó una tormenta mediática y familiar de la que aún hoy se perciben las consecuencias. Pero para quienes conocieron a los hermanos en su niñez, esa diferencia de rumbo ya se intuía desde entonces.

Según han afirmado varios expertos en realeza a The Mirror, como el cronista Robert Jobson, no era extraño escuchar a los pequeños Guillermo y Harry debatir, en tono de juego, pero también con una pizca de rivalidad fraternal, sobre quién sería un mejor rey. En aquellas conversaciones, incluso la princesa Diana tomaba parte. De hecho, Jobson reveló en un documental que la madre de los príncipes solía referirse en privado a su hijo menor con un sobrenombre muy especial: “Gran Rey Harry” (GKH, por sus siglas en inglés).

El apodo reflejaba, según Jobson, una impresión íntima de Diana sobre la personalidad de sus hijos. Creía que Harry tenía el carisma, la empatía y la determinación necesarias para liderar. Jeremy Paxman, célebre presentador británico, también respaldó esta visión al contar que durante un almuerzo con la princesa, ella comentó que Guillermo, siendo niño, confesaba que “no quería ser rey”. Y que en respuesta, Harry replicaba con entusiasmo: “Si no quieres el puesto, lo tendré yo”.

Aquella espontaneidad contrastaba con la carga institucional que pesaba sobre Guillermo desde su niñez. De hecho, en la famosa entrevista que Diana ofreció a la BBC en 1995, evitó respaldar abiertamente la idea de que su hijo mayor asumiera pronto la corona. “Tienes que entender que Guillermo es muy joven todavía, así que ¿quieres que una carga como esa recaiga sobre sus hombros a esa edad? No puedo responder a esa pregunta”, dijo entonces, mostrando su preocupación maternal.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

Los Sussex en el punto de mira

Pero lo que pudo haber sido una anécdota familiar cargada de ternura se ha transformado, con el paso del tiempo, en un símbolo de la fractura real. Hoy, Harry y Guillermo apenas se hablan. La distancia física y emocional entre ellos se ha ensanchado desde que los duques de Sussex abandonaron Reino Unido, renunciando a su rol institucional pero conservando sus títulos nobiliarios. Y es precisamente ese punto el que ha generado una nueva controversia.

Este año, como en los anteriores desde su mudanza a Estados Unidos, Harry y Meghan no participaron ni enviaron mensajes por el Día de Sussex, celebrado el 16 de junio. Este gesto, o más bien su ausencia, ha sido visto por muchos como una muestra de indiferencia hacia el condado que da nombre a su título. Para sus críticos, se trata de un uso simbólico del nombre sin una verdadera implicación con la región.

Meghan Markle y el príncipe
Meghan Markle y el príncipe Harry en una imagen compartida en redes sociales (@meghan).

El malestar se extendió a las redes sociales, donde usuarios han reprochado a la pareja su “desconexión total” con Sussex. También ha llegado al terreno político. Tim Loughton, exparlamentario del condado, expresó en el Daily Mail su desilusión: “El interés del duque y la duquesa de Sussex por el condado del que siguen usando su título ha sido, como mínimo, decepcionante. Ya es hora de tener un duque de Sussex con un interés genuino por nuestro condado. Desear a los residentes un feliz Día de Sussex no es tarea difícil”.

Este distanciamiento ha reavivado el debate sobre la pertinencia de que Harry y Meghan conserven sus títulos. Aunque en 2020 renunciaron al tratamiento de “Su Alteza Real” y a sus deberes oficiales, mantienen el nombre nobiliario como marca pública. Para algunos, esa dualidad resulta contradictoria y poco respetuosa hacia la tradición y los habitantes del condado.