Un empleado de una oficina postal salva a un cliente de una estafa de 20.000 euros: una llamada telefónica y una “cuenta temporal”

Según el Ministerio del Interior, en 2023 se registraron más de 470.000 ciberdelitos, de los cuales el 90 % correspondieron a fraudes informáticos

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Una empleada de una oficina
Una empleada de una oficina postal salva a un cliente de una estafa de 20.000 euros (Pexels)

Las estafas telemáticas y telefónicas han experimentado un crecimiento alarmante en España durante los últimos años, hasta convertirse en uno de los delitos más frecuentes. Según el Ministerio del Interior, en 2023 se registraron más de 470.000 ciberdelitos, de los cuales el 90 % correspondieron a fraudes informáticos, una cifra que supone un incremento del 27 % respecto al año anterior y más de un 500 % desde 2015. La modalidad más común es el fraude a través de internet, pero también se ha detectado un notable aumento de las estafas por llamada, como el vishing —suplantación de identidad bancaria o institucional—, y otras técnicas como la doble llamada comercial o el uso fraudulento de WhatsApp.

El problema ha alcanzado tal magnitud que, en 2025, el Gobierno aprobó una orden ministerial para bloquear llamadas con prefijos falsos, internacionales o móviles usados con fines comerciales, y desde entonces se han llegado a bloquear más de 14 millones de intentos fraudulentos. A pesar de estas medidas, la sofisticación tecnológica de los delincuentes y la vulnerabilidad de los usuarios siguen facilitando la expansión del delito. Por lo que, las autoridades insisten en la necesidad de combinar controles institucionales, responsabilidad de las operadoras y mayor conciencia ciudadana frente a una amenaza que ya es estructural.

Una llamada telefónica de un supuesto gerente de su oficina postal

Una empleada de Poste italiane
Una empleada de Poste italiane salva a un cliente de una estafa de 20.000 euros (Wikimedia Comons)

Uno de los últimos casos conocidos de intento de fraude frustrado ha tenido lugar en una oficina de Poste Italiane, en el noreste de Roma, donde una empleada logró evitar que un cliente perdiera 20.000 euros. La historia comenzó con una llamada telefónica que el usuario recibió de un supuesto gerente de su oficina postal. Con un tono urgente, el interlocutor le informó de que su bono de ahorro postal desmaterializado estaba a punto de vencer y que debía reembolsarlo de inmediato si no quería perder el valor completo de la inversión.

La víctima, confiando en la autoridad del interlocutor, siguió las indicaciones y realizó desde su cuenta online el reembolso anticipado del bono, transfiriendo los 20.000 euros a su cuenta BancoPosta. Fue entonces cuando el estafador le pidió que enviara esa cantidad a una “cuenta temporal” y, bajo la excusa de controles de seguridad, le solicitó sus credenciales y su código de acceso. No obstante, el intento de suplantación no llegó a concretarse, gracias a la intuición del cliente. Y es que, alsospechar del tono de la conversación y de las exigencias del supuesto gerente, interrumpió la llamada con una excusa y acudió inmediatamente a su oficina postal habitual.

Allí, el operador de ventanilla reconoció de inmediato los indicios de una estafa y alertó rápidamente al director de la oficina. Este, a su vez, activó los protocolos establecidos y contactó con el Centro de Monitoreo y el Departamento de Gestión de Fraude de Poste Italiane. De esta fora, gracias a su intervención en tiempo real, se bloqueó inmediatamente la cuenta del cliente y se impidieron nuevas operaciones, salvando así los 20.000 euros del intento de transferencia fraudulenta.

La Guardia Civil de la Región de Murcia, en colaboración con el Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia (Caerm), ha destapado un caso de fraude relacionado con la venta de cítricos ecológicos

El personal postal aconsejó al cliente presentar una denuncia formal y le insistió en que, ante cualquier duda o llamada sospechosa, acudiera primero a la oficina o informara a la policía. El cliente agradeció profundamente la actuación del equipo y, al día siguiente, regresó “visiblemente aliviado” para restablecer el acceso a su cuenta y recibir nuevas credenciales, tal y como ha informado TG24. Además, el director de la empresa, con el consentimiento del afectado, procedió además a emitir un nuevo bono de ahorro postal por el mismo importe y con las mismas condiciones del anterior, de modo que el cliente no solo no perdió su inversión, sino que mantuvo los intereses pactados hasta el vencimiento natural del título.