Un niña de 9 años lanza una botella al mar y aparece seis días después en una isla a casi un centenar de kilómetros

El pasado 7 de junio, Serena, una niña de 9 años originaria de la región de los Alpes Marítimos, en Francia, decidió lanzar una botella al mar con la esperanza de que su mensaje llegaría a algún desconocido en el litoral mediterráneo. La travesía de la botella, que partió desde el sureste de Francia, culminó seis días después, cuando fue hallada en la isla del Levante, en el departamento del Var, a aproximadamente 80 kilómetros de distancia de su lugar de origen.

Según una información de la cadena de televisión francesa France 3 Provence-Alpes-Côte d’Azur, el hallazgo se produjo el 13 de junio, cerca del puerto de l’Ayguarde, y fue realizado por un residente de la isla.

La historia comenzó de manera espontánea. Tras terminar una botella de zumo, la joven tomó la iniciativa de escribir un mensaje, utilizando un billete de tren como soporte. El mensaje, con la fecha del día y compuesto por la frase “Hola, me llamo Serena, tengo 9 años y me llevo esta botella de viaje. Si la encuentras, llama a mi mamá”, seguido de un número de teléfono, fue depositado en la botella de vidrio. Sin ayuda de adultos, la niña se embarcó en esta pequeña aventura, motivada por el deseo de establecer contacto con alguien desconocido a través del mar Mediterráneo.

Frédéric Capoulade, quien encontró la botella, relató a France 3 Provence-Alpes-Côte d’Azur que el objeto le llamó la atención por su aspecto inusual: “Vi esta botella, era extraña”, explicó, describiendo el momento en que la recogió. La curiosidad lo llevó a inspeccionar el contenido y descubrir el mensaje de Serena.

Según compartió este medio francés, saber que su botella había sido encontrada desató una gran alegría para la niña, quien pudo comprobar que su iniciativa había tenido un desenlace real y tangible. Por su parte, el vecino decidió compartir la historia en su diario digital, contribuyendo a difundir este episodio singular entre los habitantes y seguidores de la isla.

El caso de Serena recuerda a otro hallazgo similar el pasado mes de marzo, cuando una niña inglesa, Christie Bowley, lanzó una botella al mar con un mensaje que fue hallado a 885 kilómetros de distancia. Concretamente, la botella fue descubierta por un profesor jubilado en la isla de Pinnö, en Suecia.

La familia de la niña, residente en el noreste de Inglaterra, inscribió en papeles los nombres de los niños y los datos de contacto de su madre, y los introdujo en botellas que luego arrojaron al agua. El viento, según recuerda Bowley, parecía empujar las botellas de vuelta hacia la costa, lo que llevó a los niños a pensar que sus mensajes no viajarían demasiado lejos.

La travesía de la botella de Grace, sin embargo, desafió las expectativas. Durante casi un año, la botella navegó las agitadas aguas del Mar del Norte hasta que fue hallada por este ciudadano sueco durante una de sus caminatas habituales por la costa. Con la ayuda de su familia, el profesor retirado logró descifrar lo suficiente del mensaje para buscar en Facebook a Christie Bowley. Tras encontrar el perfil correcto, envió un mensaje relatando el hallazgo. La familia sueca recibió la noticia con asombro y alegría, pues la botella de Grace había sido encontrada casi exactamente un año después de haber sido lanzada al mar.