El príncipe Guillermo cumple 43 años: sus meses más difíciles, su faceta como marido y su papel como futuro rey de Inglaterra

Este 21 de junio de 2025, el príncipe Guillermo celebra su 43º cumpleaños en un contexto muy distinto al de años anteriores. Atrás quedaron los aniversarios a lo grande, las apariciones públicas con una sonrisa relajada y los saludos desenfadados. Este año, el heredero al trono ha tenido que demostrar, más que nunca, que está preparado para asumir su destino. Las enfermedades de su padre, el rey Carlos III, y de su esposa, Kate Middleton, han marcado un antes y un después en su vida pública y privada. En medio de la incertidumbre, el príncipe ha asumido con entereza un rol clave en la continuidad de la monarquía británica.

Desde que se anunció a comienzos de 2024 que tanto su padre como su esposa habían sido diagnosticados con cáncer, la vida de Guillermo dio un giro radical. Dejó de ser únicamente el príncipe heredero para convertirse en el principal sostén de una institución en plena transformación. Con el monarca ausente por motivos de salud, asumió buena parte de las funciones institucionales del soberano. Encabezó actos clave, presidió ceremonias oficiales y reforzó la agenda internacional de la corona; además, acudió a la mayoría de eventos en solitario, tras la retirada pública de la princesa de Gales para centrarse en su propio tratamiento.

La enfermedad de Kate supuso un golpe devastador, no solo a nivel personal, sino también para la imagen de estabilidad que proyectaba el matrimonio. Durante meses, se ausentó de la vida pública para concentrarse en su quimioterapia y posterior radioterapia, generando preocupación tanto en el Reino Unido como en el resto del mundo. El hijo de Lady Di, mientras tanto, se convirtió en la figura visible de la pareja, manteniendo un equilibrio casi imposible entre lo institucional y lo familiar.

A lo largo de los meses del pasado 2024, la princesa de Gales fue actualizando las novedades sobre su estado de salud y apareció en varios acontecimientos como la tradicional misa de villancicos en la Abadía de Westminster, el 6 de diciembre. La familia fue vista también en una escapada a la estación de esquí francesa de Courchevel el pasado mes de abril; aunque la gran reaparición pública de Kate Middleton ocurrió el pasado 15 de junio, durante la celebración del Trooping the Colour, el tradicional desfile militar que honra el cumpleaños del monarca. Este año, sin lluvia que empañara el acto como ocurrió en 2024, Londres se vistió de gala para recibir de nuevo a la princesa de Gales.

Kate Middleton reapareció tras meses de ausencia y fue, como en tantas otras ocasiones, la gran protagonista del día. Vestida con un abrigo-vestido azul turquesa de líneas pulcras, sombrero ladeado a juego y un discreto broche floral, la princesa proyectó elegancia, entereza y esperanza. La acompañaban sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, que compartieron el balcón de Buckingham con sus padres y los reyes, saludando al público entre vítores y aplausos.

Mientras Carlos III llegaba en carruaje junto a la reina Camila, visiblemente más frágil, fue el príncipe Guillermo quien pasó revista a las tropas a caballo, un gesto cargado de simbolismo. En su impecable uniforme militar, el heredero al trono no solo representó a su padre, sino también a una monarquía que, pese a los escándalos y crisis internas, sigue siendo una de las más admiradas del mundo.

De hecho, en los últimos meses, Guillermo ha crecido en popularidad. Su templanza ante la adversidad, su constante presencia institucional y su compromiso con los valores familiares le han granjeado el apoyo de la mayoría de los británicos. Más del 50% de la población sigue apostando por la monarquía como garante de estabilidad, y el papel del príncipe ha sido clave para mantener ese respaldo.