Los socios del PSOE evitan fijar sus líneas rojas con el ‘caso Koldo’: están a expensas de nuevas revelaciones para decidir si sueltan la mano a Sánchez

Sumar, ERC, EH Bildu, Podemos, Junts, PNV y BNG centran sus esfuerzos en exigir más explicaciones, medidas contundentes contran la corrupción y avanzar en la agenda social o cumplir los acuerdos comprometidos en la investidura

Guardar
El presidente del Gobierno, Pedro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, al inicio de una sesión de control al Ejecutivo. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Los socios del PSOE, tanto en el Gobierno como en el Congreso, evitan por todos los medios deslizar los nuevos pasos que están dispuestos a dar en lo relativo a su relación con Pedro Sánchez, a quien no le garantizan su apoyo, pero tampoco le sueltan la cuerda. Sumar, ERC, EH Bildu, Podemos, Junts, PNV y BNG centran sus esfuerzos en exigir más explicaciones, medidas contundentes contra la corrupción y avanzar en la agenda social o cumplir los acuerdos comprometidos.

La supuesta implicación de Santos Cerdán en el caso Koldo y las nuevas informaciones en torno a José Luis Ábalos y Koldo García no solo producen malestar en el PSOE; también las formaciones que invistieron al presidente del Gobierno están atrapadas (ninguna es favorable a la alternativa de PP y Vox) y buscan cómo salir indemnes del presunto escándalo de corrupción que afecta al PSOE. Esto ha provocado un distanciamiento claro con los socialistas, a quienes miran de reojo.

De cara a definir su posición, estos partidos están a expensas de lo que pueda salir de la investigación judicial, cuyas indagaciones amenazan con aumentar el número de implicados más allá del “triángulo tóxico” que formaban el exministro y exsecretario de Organización José Luis Ábalos, su sucesor en el partido, Santos Cerdán, y el exasesor ministerial, Koldo García. Y es que, dentro de las indagaciones sobre la trama de corrupción que afecta al PSOE, la Unidad Central Operativa (UCO) ha puesto la mirada en los contratos de mascarillas durante la pandemia en Baleares y Canarias, con Francina Armengol y Ángel Víctor Torres al frente.

El líder de Vox, Santiago Abascal vuelve a exigir al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que presente una moción de censura contra el Gobierno y ha apelado a los diputados "que no son corruptos, que son honrados". "Quienes tienen la posibilidad de hacerlo tienen el deber de hacerlo y convocar elecciones", ha agregado, antes de asegurar el apoyo de su partido si así decide hacerlo. No obstante, ha lamentado "la debilidad de la oposición" de Feijóo, que cree "letal para la oposición" en España. (Fuente: Vox)

En concreto, según La Razón, esta unidad está elaborando un nuevo informe acerca de las adjudicaciones a Soluciones de Gestión, la empresa que obtuvo 54 millones de euros con los contratos de emergencia. Asimismo, según informó la Cadena Ser, la Guardia Civil posee “cuatro memorias externas con las grabaciones” que realizó Koldo García a decenas de políticos, desde ministros y exministros del Gobierno de Pedro Sánchez hasta dirigentes y exdirigentes socialistas, pero también de otros partidos, como el PNV o el PP.

En este contexto, los aliados parlamentarios del PSOE no se atreven a señalar qué es lo que tiene que pasar para dejar de apoyar a Sánchez en lo relativo al caso Koldo. Preguntados por este asunto, las distintas formaciones se remiten a lo señalado tras la ronda de contactos mantenida con el presidente del Gobierno para calibrar los ánimos tras la salida de Cerdán, señalado por la UCO como “la persona encargada de gestionar” 620.000 euros en presuntos pagos ilícitos a Koldo García y José Luis Ábalos.

Solo Gabriel Rufián, uno de los dirigentes más duros en los últimos días contra el presidente del Gobierno, señaló que su formación se plantearía dejar de apoyar al Ejecutivo si hubiera “indicios claros” y “pruebas” de que “han robado a manos llenas”. El portavoz republicano, que calificó la supuesta trama de mordidas a cambio de contratos de obra pública como “la Gürtel del PSOE”, exigió a Sánchez que jure que no aparecerá un “P. Sánchez”. Asimismo, urgió a las fuerzas de izquierdas a “aprovechar el tiempo que quede” para “avanzar” lo máximo posible en materia de vivienda y otras medidas de cara a “dejar en la mejor situación posible a la gente”, tal como subrayó ante la alternativa de un gobierno de PP y Vox.

Desde Podemos, cuya líder, Ione Belarra, ni siquiera acudió al encuentro con el líder socialista (BNG también secundó esta estrategia), dejó claro que el “ciclo político de Pedro Sánchez ha acabado”. No obstante, insisten en su negativa a apoyar una moción de censura promovida por el PP. “A partir de ahí, la decisión de convocar o no es exclusiva del presidente”, ahondan fuentes moradas, que recuerdan que “Sánchez ya dijo que iba a gobernar con o sin apoyo parlamentario, con o sin Presupuestos”.

Sumar no rebaja la presión sobre Sánchez

La portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, reiteró en que el presidente del Gobierno tiene que aplicar medidas “más contundentes” contra la corrupción y actuar “con valentía” si quiere seguir contando con el apoyo de Bildu. “No vale cualquier cosa ya, la situación es lo suficientemente grave como para que las medidas que se adopten sean realmente un cambio de paradigma en este Estado”, subrayó.

Por su parte, Junts y PNV reiteraron la necesidad de que el Gobierno cumpla con los compromisos sellados en el acuerdo de investidura. “Para ver si vale la pena seguir o no, tiene que detallar bien qué garantías da para el cumplimiento del acuerdo”, subrayó el secretario general de Junts, Jordi Turull. Asimismo, la portavoz de los jeltzales en el Congreso, Maribel Vaquero, reclamó “transparencia, ejemplaridad y que se cumpla el acuerdo de gobierno”.

Aunque Moncloa se aferra a que nadie quiere un adelanto electoral para justificar la continuidad del Gobierno, la inquietud entre los socios crece. En este sentido, Sumar, su socio de coalición, tampoco rebaja la presión sobre Sánchez. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, alertó de que habrá “un problema” en España si no se garantiza la limpieza del PSOE y se adoptan medidas para atajar la corrupción.

Otro ministro de Sumar, Ernest Urtasun, admitió que la situación es “muy complicada”. El también portavoz de esta formación reconoció el “gran estado de shock” que padece el propio Ejecutivo, y afeó que Sánchez diga que la corrupción cero no existe porque los cinco ministros del espacio a la izquierda de los socialistas están “limpios”. Asimismo, el titular de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, recordó al presidente del Gobierno que sus explicaciones siguen siendo “absolutamente insuficientes”. “Necesitamos transparencia absoluta, absoluta, caiga quien caiga”, resumió.