Una camarera pide un aumento, su jefe lo acepta, pero el mes siguiente no cobra: la Justicia obliga a la empresa a pagarle más de 6.000 euros

Después de recibir una respuesta afirmativa en la siguiente nómina no recibió ni siquiera su sueldo anterior

Guardar
Una bandera en el edificio
Una bandera en el edificio del Banco Nacional Suizo. (REUTERS/Denis Balibouse)

Lo que comenzó como una simple petición de mejora salarial terminó evolucionando en un caso judicial que demostró muchas de las malas prácticas de un negocio de hostelería en Austria. Una camarera de 38 años, que había trabajado durante seis meses en un restaurante del distrito de Mödling, en Baja Austria, solicitó un aumento de sueldo a su jefe. Él le dijo que sí no solo de forma verbal, sino también por escrito mediante un mensaje de WhatsApp.

La mujer, que había estado trabajando con buen rendimiento, esperaba ver en su próxima nómina del mes siguiente el aumento prometido. Sin embargo, información publicada por el medio austriaco Heute asegura que lo que encontró al revisar su salario fue algo que no se esperaba, no solo no había aumento, sino que su salario disminuyó a cero euros. A pesar de continuar trabajando, no recibió ningún pago por su labor durante ese mes.

Preocupada por la situación, la camarera acudió a la Cámara de Comercio de Mödling para buscar respuestas y ver como podía gestionar la situación. Allí le recomendaron enviar una comunicación formal a la empresa, estableciéndoles un plazo para regularizar el pago.

Renuncia justificada por impago

La mujer cumplió con ese paso que le habían aconsejado en la cámara de comercio suiza y concedió a su jefe una prórroga por escrito, con la esperanza de que se tratara de un error administrativo o un retraso. Ante la ausencia de respuesta y el paso del tiempo sin recibir el salario, la camarera optó por presentar su renuncia voluntaria al puesto de trabajo, apoyándose en la figura legal de la resolución inmediata justificada del contrato laboral.

Este proceso está contemplado por la legislación laboral austriaca y permite a los empleados poder rescindir el contrato de forma inmediata en caso de situaciones graves, como el impago del salario. En casos similares a este, el trabajador no solo conserva sus derechos, sino que además puede reclamar indemnizaciones parecidas a las de un despido injustificado.

Una camarera sirve una mesa
Una camarera sirve una mesa con dos comensales (Freepik)

Indemnización, vacaciones y horas extra

Al tratarse de una renuncia justificada por falta de pago, la mujer tuvo derecho a reclamar no solo el salario adeudado, sino también el pago de vacaciones pendientes, horas extras trabajadas y una indemnización por despido. Sin embargo, la empresa se mantuvo inflexible y no dio señales de querer resolver el conflicto de manera amistosa.

Esto llevó a que el caso llegara finalmente a los tribunales. Según informó la Cámara de Trabajo de Baja Austria (AK), el tribunal reconoció los derechos de la trabajadora y dictó una sentencia favorable. “Mediante un acuerdo judicial, la víctima recibió más de 6.100 euros netos”, explicó el presidente de la AK, Markus Wieser, al medio Heute.

Para la camarera, el final del conflicto fue una victoria tras semanas de incertidumbre. Para otros trabajadores, la experiencia de esta mujer servirá como precedente para otro tipo de casos en los que las empresas no tengan en cuenta los derechos de los trabajadores, en este caso en el sector hostelero.