Toni Nadal revela la decisión que tomó cuando vio Rafa Nadal podía llegar a ser un gran jugador: “Hay que ir al límite”

Rafa Nadal es mucho más que un campeón de Grand Slams. Su carácter indomable, su capacidad para competir hasta la última bola y su mentalidad de hierro lo convirtieron en uno de los deportistas más admirados de la historia. Incluso en los últimos años de su carrera, marcados por las lesiones, el balear mantuvo ese compromiso inquebrantable de dar siempre el máximo. Buena parte de esa mentalidad se forjó en su infancia y adolescencia, bajo la dirección de su tío y entrenador, Toni Nadal.

En una reciente entrevista en el pódcast de Nude Project, ha comentado cómo logró forjar ese carácter. Yo fui muy duro con mi sobrino”, reconoció sin rodeos. “Pero yo fui duro con él porque sabía que podía aguantarlo.” Para el exentrenador si querían llegar a la cima del tenis mundial, y vio en Rafa la capacidad de hacerlo, tenían que aplicarse una exigencia acorde a ese hito, “Cuando vislumbré que Rafa podía llegar a ser un gran jugador, entendí que a lo que aspirábamos sería difícil. Entonces, si a lo que aspiro es difícil, me tengo que preparar para la dificultad. ¿Cómo me preparo? Pues yendo al límite”

Ese enfoque fue el que acompañó a Nadal durante toda su carrera. “Entrenos exigentes, cuando ya no puedo más, siempre un poco más. Así se fortalece el carácter”, añadió Toni, convencido de que la incomodidad es necesaria para avanzar. Una lección que, asegura, no solo sirve para el deporte, sino también para la vida.

Semanas después de poner punto y final a su carrera, Rafa Nadal nos regaló una carta publicada en The Players Tribune, en la que hacía una reflexión sobre su carrera y confiesa algunas anécdotas de sus inicios. Una de ellas muestra la actitud de su tío y cómo le inculco ese espíritu de sacrificio, cuando todavía tenía solo 12 años. “Un día, salí a pescar cuando podría haber estado entrenando. Al día siguiente, perdí el partido. Recuerdo que estaba llorando en el coche de vuelta a casa, y mi tío, que a esa edad tenía una gran influencia en mí, y que fue quien me hizo enamorarme del tenis, me dijo: `Está bien, es solo un partido de tenis. No llores ahora, no tiene sentido. Si quieres pescar, puedes pescar. No hay problema. Pero vas a perder. ¿Si quieres ganar? Si quieres ganar, entonces tienes que hacer lo que tienes que hacer primero´“. Ese recuerdo persiguió a Rafa durante toda su carrera y le dio la disciplina necesaria para convertirse en uno de los mejores tenistas de la historia.

Otro de los secretos del éxito de Rafa es su fortaleza mental, en toda su trayectoria jamás ha roto una sola raqueta ni siquiera hacía algún mal gesto cuando las cosas no le estaban saliendo bien. Esta filosofía de no externalizar las debilidades aún cuando es imposible controlar las emociones fue también cosa de Toni. “Cuando Rafa venía a entrenar de pequeño, le decía que lo primero era poner buena cara. Si no eres capaz de derrotar a tu rival, al menos no le ayudes a que te derrote”. Esta frase se la dijo textualmente en mitad de la final de Wimbledon 2008 donde se enfrentó a Roger Federer en el que para muchos es el mejor partido de todos los tiempos.

Según dijo Toni, durante una de las interrupciones a causa de la lluvia durante el partido Rafa le dijo: “Tranquilo Toni que no voy a perder, él me podrá ganar, pero yo no voy a perder”. Efectivamente Nadal no perdió ese partido (ni tampoco se lo ganó Federer) y levantó el que fue entonces su primer título en Wimbledon.