Marta Peñate, tras pasar por el hospital al no expulsar el embrión: “Corro el riesgo de perforación del útero”

Marta Peñate, exconcursante de Gran Hermano 16 y ganadora de Supervivientes All Stars, ha compartido un nuevo capítulo del doloroso proceso que vive tras perder al bebé que esperaba junto a su pareja, Tony Spina. La influencer, de 35 años y natural de Las Palmas de Gran Canaria, se ha sincerado con sus seguidores en redes sociales sobre las complicadas decisiones médicas que ha tenido que afrontar en los últimos días.

Tras anunciar el pasado 12 de mayo la buena nueva que tanto tiempo llevaba esperando la pareja, hace dos semanas llegaba la peor de las noticias para ambos. Durante una revisión rutinaria del embarazo, descubrieron que el embrión ya no presentaba latido; sin embargo, hace unas horas Marta explicaba que su cuerpo no había logrado expulsarlo de manera espontánea. Ante esta situación, tuvo que acudir al hospital para determinar el siguiente paso: un legrado o el uso de medicamentos para inducir la expulsión.

Inicialmente, la colaboradora televisiva se mostraba decidida a optar por el legrado, procedimiento quirúrgico común en estos casos. Sin embargo, al llegar al centro médico, la especialista que la atendió revisó su historial clínico y le advirtió sobre los riesgos que esa intervención podría suponer para ella. “Llevo una hora mirando tu historial y considero que lo mejor es que te tomes las pastillas”, le comunicó la doctora, según ha relatado Marta.

La decisión no era sencilla. La exconcursante de La isla de las tentaciones explicó que quería evitar a toda costa los medicamentos abortivos debido al intenso dolor que suelen causar. “Me habéis dicho muchas que es como un parto”, reconocía en una de sus publicaciones. No obstante, en su situación específica, la alternativa quirúrgica presentaba un peligro mayor: la posibilidad de que se produjera una perforación en el útero.

Marta ha contado que su anatomía es atípica: tiene un útero bicorne —una malformación que da al útero forma de corazón— y dos cuellos uterinos, además de haber pasado por dos intervenciones anteriores en esa zona. Estas particularidades elevan el riesgo de complicaciones en un legrado.

Ante estas circunstancias, finalmente decidió seguir la recomendación médica y tomarse las pastillas. “En tres o cuatro horas empezaré a tener contracciones y podré expulsar el embrión”, explicó, visiblemente afectada pero decidida. También mencionó que estas píldoras no siempre son completamente efectivas y que existe la posibilidad de que termine igualmente necesitando un legrado si no se logra la expulsión total.

Horas antes de comenzar el tratamiento, Marta compartía sus sentimientos: “Me ha surtido de medicamentos para el dolor. Si no sabéis de mí en el día de hoy es que me estaré retorciendo del dolor. Voy a rezar, pero yo voy a tener suerte. Estoy cagada”.

Esta desgarradora experiencia llega después de unas breves vacaciones que Marta y Tony disfrutaron tras conocer la pérdida del embarazo, intentando encontrar algo de calma. En su última aparición televisiva en ¡De Viernes!, ambos contaban que volverán a intentar ser padres, aunque esta vez lo harán en la intimidad para evitar el sufrimiento adicional de hacerlo público.