Un dron de la Marina francesa descubre un tesoro renacentista a 2.567 metros de profundidad: un hallazgo arqueológico sin precedentes

La operación tuvo lugar en el Mediterráneo, frente a la costa del Var (Francia), donde un dron submarino militar identificó ánforas y objetos de hierro datados de la época renacentista

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Dron submarino (Reuters)
Dron submarino (Reuters)

Un dron submarino perteneciente a la Marina Nacional francesa ha hecho un descubrimiento arqueológico excepcional al encontrar un tesoro renacentista ubicado a 2.567 metros bajo la superficie del Mediterráneo, frente a la región del Var. El hallazgo, que constituyó una sorpresa para los científicos y expertos, se produjo durante una misión regular de vigilancia marítima, lo que convierte a este descubrimiento en un ejemplo pionero de cooperación entre tecnología militar y arqueología submarina.

El aparato no tripulado detectó los restos de un navío hundido hace cientos de años, identificado por los primeros indicios como procedente del siglo XVI. Entre los objetos hallados se encuentra una colección de ánforas, varios fragmentos de elementos metálicos e incluso parte del ancla. Todos ellos se hallaban en impecable estado de conservación, gracias a la presión y temperatura del entorno, que ralentizan el deterioro orgánico.

El hallazgo ha despertado el interés inmediato del DRASSM (Departamento de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas y Submarinas), que liderará las próximas fases de estudio. A pesar de que el dron no es capaz de extraer los objetos, los materiales recuperados permitirán datar con precisión la embarcación, analizar su tipo y reconstruir su propósito. La hipótesis inicial apunta a un navío mercante o militar de la época renacentista, utilizado posiblemente en rutas comerciales o misiones diplomáticas por el Mediterráneo.

Restos de un navio en
Restos de un navio en el fondo del mar (Reuters)

Además, la localización de este tesoro abre la puerta a nuevas campañas de exploración y mapeo, tanto con drones como con embarcaciones civiles especializadas como el navío Alfred Merlin, utilizado habitualmente por el DRASSM para misiones científicas en aguas profundas.

Innovación militar

Hasta ahora, las misiones de exploración de este tipo se limitaban a profundidades menores. Sin embargo, el uso del dron submarino ha permitido superar barreras tecnológicas y explorar hasta el umbral de los 2500 metros. Este operativo combina cámaras de alta resolución, iluminación LED y sistemas de posicionamiento que permiten trazar mapas detallados del fondo marino. Para los arqueólogos, esto permite examinar una pieza de la historia sin alterar el entorno, una ventaja que también minimiza los riesgos legales y patrimoniales asociados a las inmersiones humanas.

Otros hallazgos submarinos

El descubrimiento del tesoro renacentista a más de 2.500 metros de profundidad en el Mediterráneo se suma a una serie de hallazgos submarinos de gran relevancia ocurridos en los últimos años. A medida que la tecnología de exploración ha avanzado, los fondos marinos han dejado de ser territorios inexplorados para convertirse en auténticas cápsulas del tiempo.

Uno de los hallazgos más destacados fue el del Endurance, el barco del explorador Ernest Shackleton, encontrado en 2022 en el mar de Weddell, Antártida, a unos 3.000 metros de profundidad. La embarcación se hallaba en un estado de conservación sorprendente, más de un siglo después de haberse hundido en 1915 durante una expedición polar.

En 2021, arqueólogos griegos localizaron cerca de la isla de Kasos los restos de tres naufragios antiguos que datan del período clásico, helenístico y romano. Entre los objetos recuperados había ánforas, cerámicas y herramientas, lo que permitió entender mejor las rutas comerciales del Mediterráneo oriental.

Este submarino cuenta con la capacidad de 44 pasajeros. (YouTube: Sinbad Experiences)

También en el mar Mediterráneo, frente a las costas de Egipto, se encontró en 2020 parte de la ciudad sumergida de Heraclion, una metrópolis portuaria de la época grecorromana que quedó bajo las aguas tras una serie de cataclismos naturales hace más de mil años. Allí se han recuperado estatuas, monedas, templos y elementos rituales.

Estos hallazgos demuestran que los océanos y mares del mundo aún guardan numerosos secretos. Con la ayuda de drones, robots y sensores de alta precisión, la arqueología submarina está entrando en una nueva era de descubrimientos.