Los suizos ya no piden Coca-Cola, que desaparece de las cartas: “Nuestros clientes rara vez la piden”

La marca internacional de refrescos está perdiendo influencia en Suiza en respuesta al propósito del país de promover el consumo local

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Botellas de Coca-Cola. (REUTERS/Abdul Saboor)
Botellas de Coca-Cola. (REUTERS/Abdul Saboor)

Aunque la marca Coca-Cola fabrica el 80 % de sus productos vendidos en Suiza dentro del país, su imagen sigue directamente asociada a Estados Unidos. En un panorama en el que la preferencia de productos locales está en auge, esa percepción se ha convertido en un obstáculo.

Según información publicada por el medio suizo Blick, minoristas como Denner, Migros y Aldi han criticado duramente los precios de Coca-Cola, calificándolos de excesivos, y han comenzado a centrar sus esfuerzos en alternativas suizas.

Incluso los Ferrocarriles Federales Suizos (SBB) han tomado medidas, en sus 120 restaurantes a bordo han dejado de servir Coca-Cola y han optado por Vivi Kola, un refresco suizo producido en Eglisau, Zúrich. Esta decisión ha generado un debate en torno al consumo de productos globales frente a las alternativas locales.

La gastronomía suiza se vuelve más regional

Este fenómeno no se limita al comercio minorista o el transporte. También en la gastronomía suiza se está observando un cambio de tendencia hacia los productos regionales. “Llevamos años viendo una inclinación hacia el regionalismo en las bebidas”, señaló Urs Pfäffli, director de Gastro Kanton Zürich, en declaraciones recogidas por Blick.

Esta medida responde a motivos de sostenibilidad y también al deseo de consumir productos que reflejen valores culturales y locales, según este medio. En muchos restaurantes modernos se han reemplazado refrescos multinacionales por bebidas suizas.

Alexander Bücheli, representante de la Comisión Suiza de Bares y Clubes (CSBC), lo confirma, “algunas marcas como Tony Mate o la cerveza Appenzeller se han hecho muy populares gracias a la cultura de la vida nocturna”. El cambio no es casual, ya que muchas cartas de bebidas ya no incluyen marcas internacionales, o en el caso de hacerlo, lo hacen en menor medida.

Botellas y latas de Coca-Cola.
Botellas y latas de Coca-Cola. (REUTERS/Maxim Shemetov)

Del Säntis al Rütli, nuevos sabores

Un ejemplo llamativo se encuentra en el restaurante de la cima del monte Säntis, donde ya no se sirve Coca-Cola. En su lugar, ofrecen bebidas locales como Goba Cola y Goba Naranja. Estos refrescos se elaboran a partir de agua mineral de Gontenbad. Según explicó Daniela Räbsamen, jefa de catering de Säntisbahnen, “es muy raro que nuestros clientes pidan específicamente Coca-Cola”.

“Queremos ofrecer algo que represente la región y esté alineado con nuestros valores”, añadió. Lo mismo ocurre en otras zonas turísticos, como la Compañía Naviera del Lago de Zúrich (ZSG), que combina Coca-Cola y agua Vals (ambas del grupo Coca-Cola) con opciones como Rivella Focus o zumo de manzana Ramseier, más representativas del mercado suizo.

A pesar de esto, Coca-Cola resiste

A pesar de esta tendencia hacia lo local, Coca-Cola aún mantiene una fuerte presencia en algunos sectores. Según Maurus Ebneter, presidente de la Asociación de Restaurantes de Basilea-Ciudad, “en lo que respecta a botellas de plástico en comida para llevar y envases reutilizables en restauración, Coca-Cola sigue siendo, con diferencia, la marca más popular”.

Además, la compañía sigue llevando a cabo un papel clave como patrocinador. “La vida nocturna y los festivales no pueden prescindir fácilmente del apoyo económico de Coca-Cola Suiza”, añade Bücheli.