¿Es legal subarrendar tu piso de alquiler a turistas en verano? Esto es lo que dice la Ley de Arrendamientos Urbanos

Antes de ofrecer tu vivienda arrendada a turistas en época estival, conviene conocer los límites legales y los permisos necesarios para no infringir la normativa

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Bloque de pisos ubicado en
Bloque de pisos ubicado en un barrio de la ciudad de Madrid. (Canva)

Con la llegada del verano, muchos inquilinos se plantean subarrendar su piso a turistas para aprovechar la demanda y cubrir parte del alquiler. Sin embargo, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece reglas muy claras sobre esta práctica, y desconocerlas puede acarrear serias consecuencias legales. Por ello, es imprescindible saber si es legal subarrendar una vivienda de alquiler a turistas y cuáles son los requisitos que marca la ley para hacerlos in reclamaciones del propietario.

La autorización del propietario, un factor clave

La LAU regula los alquileres urbanos en España y es muy precisa en relación al subarrendamiento de vivienda habitual. Según la normativa vigente, el inquilino solo puede subarrendar su piso si cuenta con el consentimiento expreso y por escrito del propietario. Este consentimiento debe figurar de manera clara en el contrato de alquiler o en un documento adicional firmado por el arrendador y el arrendatario.

Si el contrato prohíbe el subarriendo o no menciona este aspecto, el inquilino no dispone del derecho legal para realquilar la vivienda. Proceder sin autorización supone incumplir la ley, independientemente de la duración o del tipo de inquilinos a los que se ceda la casa.

Contratos de temporada: flexibilidad limitada

En los alquileres de temporada, como suele suceder con estancias breves durante el verano, existe algo más de flexibilidad que en los arrendamientos de vivienda habitual. No obstante, la legislación sigue insistiendo en la necesidad de contar con la autorización previa del propietario antes de subarrendar el inmueble.

Aunque algunas comunidades autónomas consideran los alquileres turísticos como una modalidad diferente, el punto de partida sigue siendo la relación contractual entre arrendador y arrendatario. Cualquier cesión a terceros, ya sea por días, semanas o meses, requiere el beneplácito del dueño del piso.

Posibles sanciones

Subarrendar una vivienda sin consentimiento puede ocasionar serias consecuencias legales. El propietario está facultado para resolver el contrato de forma anticipada, iniciar un procedimiento de desahucio y exigir daños y perjuicios si corresponde. Además, si la vivienda se usa como alquiler turístico sin contar con los permisos necesarios, el inquilino puede enfrentarse a multas administrativas adicionales.

El caso del alquiler turístico

Subarrendar un piso de alquiler a turistas añade un nivel de complejidad adicional. Además del consentimiento expreso del propietario, el inquilino debe cumplir con la normativa autonómica y municipal sobre viviendas turísticas. Muchas ciudades españolas, especialmente en zonas de alta demanda estival, han desplegado regulaciones estrictas que exigen licencias específicas para alojar turistas.

El precio del alquiler sube un 9,9% interanual en mayo y marca récord histórico.

Por tanto, el inquilino no solo debe asegurarse de tener el permiso escrito del arrendador, sino también verificar si el piso cumple todos los requisitos legales para operar como alojamiento turístico. Entre estos requisitos figuran la obtención de licencias, el registro de viajeros y el cumplimiento de medidas de seguridad y convivencia vecinal.

Cómo subarrendar legalmente en verano

Algunos propietarios pueden estar dispuestos a permitir el subarriendo durante el verano, siempre que se pacte previamente y todo quede reflejado por escrito, ya sea en el contrato inicial o en un anexo firmado por ambas partes. Para evitar problemas, es fundamental documentar todas las condiciones y cumplir lo que marca la ley.

Cualquier inquilino que piense en subarrendar su piso de alquiler a turistas este verano debe solicitar primero la autorización del propietario y cerciorarse de cumplir con la normativa local en materia de alquiler turístico. Solo así podrá evitar sanciones y garantizar una estancia legal y segura para todos.