El hijo de Antonio Orozco triunfa en la música electrónica: el joven de 18 años se embarca en una gira internacional

Han pasado más de siete meses desde que Jan Orozco Prat, hijo de Antonio Orozco, alcanzara los 18 años. La llegada de su mayoría de edad, el pasado 3 de noviembre, marcó un antes y un después en su vida personal y profesional. Desde entonces, el joven ha dejado atrás el anonimato mediático al que estaba sujeto por su condición de menor, y ha comenzado a brillar con luz propia en el universo de la música electrónica.

A sus 18 años recién cumplidos, Jan ya ha dejado claro que su pasión por la música no es un simple pasatiempo. En estos últimos meses ha afianzado su carrera como DJ y productor, perfilándose como uno de los nuevos talentos emergentes del panorama electrónico nacional. No es un debut improvisado: desde hace tiempo viene participando en eventos destacados y ha demostrado un firme compromiso artístico.

Con la llegada del verano, Jan se prepara para iniciar su primera gran gira internacional. El punto de partida será el próximo 20 de junio, cuando se subirá al escenario del festival A Summer Story 2025, que se celebra en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey, Madrid. En este evento compartirá cartel con figuras reconocidas del techno y la música tech-house, como Héctor Oaks, Klangkuenstler y Fatima Hajji.

Pero su agenda estival no se detiene ahí. Durante los próximos meses, Jan llevará su música a destinos icónicos de la escena electrónica, como Ibiza, Valencia y Mallorca. Uno de los conciertos más esperados de su gira será el del 2 de agosto, cuando actúe en el legendario club Ministry of Sound de Londres, una sala por la que ya pasó el pasado mes de febrero y que ahora acogerá su regreso como artista consolidado.

Pese a su juventud, Jan Orozco ya ha dejado huella en plataformas de streaming. En Spotify acumula más de 30.000 oyentes mensuales y su última producción, titulada Awareness, ronda las 300.000 reproducciones. Unos datos que demuestran que su música ha empezado a conectar con el público y que su trabajo tiene proyección internacional.

El joven DJ no solo está enfocado en sus sesiones en directo: también ha apostado por el emprendimiento musical. Ha fundado su propio sello discográfico, The Penthouse Records, un proyecto al que ha dedicado tiempo, esfuerzo y creatividad. Desde pequeño mostró inquietudes musicales, y aprendió a tocar instrumentos como el piano y la batería, lo que ha contribuido a forjar su identidad como productor.

Detrás de su evolución artística hay un nombre fundamental: el de su padre, Antonio Orozco. Con más de 20 años de carrera y una sólida reputación como cantante y compositor, ha sido un guía y un apoyo constante para su hijo. En redes sociales, Antonio no oculta su orgullo y ha comentado públicamente las publicaciones de Jan, demostrando que la relación entre ambos va más allá de lo familiar y se adentra también en el terreno profesional.

A pesar del entusiasmo por su carrera, Jan mantiene una actitud reservada respecto a su vida privada. Sus redes sociales, hasta hace poco enfocadas exclusivamente en su faceta musical, han comenzado a reflejar algo más de su mundo personal. En una reciente publicación en Instagram, titulada “Un poco de mi vida personal recientemente”, el artista compartió imágenes tras bambalinas, momentos de relax durante conciertos y, lo que más llamó la atención, un entrañable vídeo junto a su hermana pequeña, Antonella.

Este gesto, poco habitual en él, ha permitido a sus seguidores conocer una faceta más íntima y familiar del joven. Antonella es fruto de la relación de Antonio Orozco con una mujer cuya identidad ha preferido mantenerse en la privacidad. El vídeo de ambos dejó ver la conexión que comparten los hermanos, y fue recibido con gran cariño por parte del público.

Sin embargo, el camino de Jan no ha estado exento de dolor. A los 10 años vivió una de las experiencias más duras de su vida: el fallecimiento de su madre, Susana Prat, quien murió en octubre de 2017 a causa de un cáncer de útero. Aunque ya no mantenía una relación sentimental con Antonio Orozco, ambos compartían la crianza de su hijo y mantenían una estrecha relación.

De hecho, Antonio recordó públicamente aquel golpe emocional. El pasado mes de marzo lo compartía en una entrevista en el programa Universo Calleja, donde confesó conmovido: “Cuando Susana murió, fue lo peor de lo peor que me ha podido pasar en la vida. Fue un palo tremendo, que todavía intento superar; voy poco a poco”.