Máximo Huerta recuerda su pasado como ministro y reacciona a la crisis del PSOE: “Que cada palo aguante su vela”

La creciente ola de casos de corrupción que salpican al Partido Socialista ha generado un clima de malestar generalizado en la opinión pública. Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo, perdía el pasado jueves, y por tercera vez, a uno de sus colaboradores más cercanos, tras la caída de José Luis Ábalos y Koldo García, lo que ha avivado aún más la desconfianza incluso entre su círculo más cercano dentro del partido.

En este contexto, Máximo Huerta, escritor, periodista y exministro de Cultura durante apenas una semana en 2018, ha ofrecido una reflexión cargada de crítica y sarcasmo desde el plató de El Aperitivo, espacio de análisis político y social de El programa de Ana Rosa. Su intervención ha causado impacto por la contundencia de sus palabras y el paralelismo que traza entre su propia salida del Gobierno y lo que actualmente ocurre en el seno del PSOE.

Huerta, que se vio obligado a dimitir tras salir a la luz una antigua deuda con Hacienda, pese a haberla saldado antes de su entrada al Ejecutivo, no ha dudado en comparar su situación con la que afrontan ahora algunos miembros del partido en el poder. “Como ciudadano, tengo ganas de saber qué más hay en esos folios. Por lo demás, que cada palo aguante su vela”, ha afirmado sin titubeos.

El exministro ha reconocido sentirse desconcertado y saturado por el panorama político actual: “Estoy un poco entre las palomitas y el Primperan”, ha declarado, ironizando sobre la mezcla de entretenimiento y náusea que le provoca el seguimiento de los acontecimientos. Y ha criticado: “De pronto, te enteras de que esto ya se estaba haciendo hace siete años“.

Huerta ha ido aún más allá en sus declaraciones, denunciando la doble vara de medir que, a su juicio, impera en la política española. “Mientras que a alguien se le está echando aceite hirviendo y poniéndole en el patíbulo, al mismo tiempo hay quien está pegando mordidas y marchándose de putas”, ha lamentado. Unas palabras duras que evidencian su indignación por lo que considera una instrumentalización política de ciertos casos mientras otros quedan impunes.

Además, ha subrayado su repulsa hacia lo que considera una utilización interesada de figuras expiatorias: “Lo que más asco me da es que al mismo tiempo que se utiliza una cabeza de turco en la que todo el mundo entra a aprovecharse de una justificación de la limpieza esté pasando esto”, ha expresado con indignación.

Sobre el papel del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Huerta ha sido especialmente crítico, señalando que la incertidumbre es la única constante en su modo de actuar: "No sabemos lo que va a hacer Pedro Sánchez porque es experto en sorprendernos a todos con tres días de descanso para salvar a su mujer cuando ahora estamos hablando de putas. Estoy absolutamente perplejo y no sé hacia dónde irá“.

Para Huerta, el principal quebradero de cabeza del líder socialista no son sus alianzas parlamentarias, sino su propio partido: “A Pedro Sánchez, en este momento, no le preocupan tanto los socios como el PSOE, le preocupa que todos esos varones y simpatizantes que han tenido que tragar bilis para justificar cosas como la amnistía y llevan tiempo queriendo vengarse del jefe”.