El alcalde de un pueblo se tira al suelo para impedir que 200 caravanas se instalen en el campo de fútbol y acaba herido con incapacidad total: “Me rodearon”

Cuando llegaron más funcionarios y la policía, el regidor estaba herido en el suelo. El convoy terminó accediendo al espacio

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Campo de fútbol de Anthon,
Campo de fútbol de Anthon, en Francia.

El alcalde de una pequeña localidad francesa ha sufrido graves lesiones, derivando en incapacidad, al tratar de impedir la instalación de caravanas en el campo de fútbol municipal, informa Le Figaro. Cédric Camp es regidor de Anthon, en el departamento de Isère, cerca de Lyon. No alcanza los 5.000 habitantes. Los propietarios y ocupantes de estos vehículos sabían que accedían de forma irregular, pero se sirvieron de una mayoría numérica y en último término de la fuerza para hacerse valer. Horas más tarde, su intransigencia, nulo respeto por las normas y violencia ocupaban las portadas nacionales.

El pasado lunes, Camp estaba sentado a la mesa con su familia disfrutando de la comida, cuando su teléfono comenzó a sonar. Un vecino le informó de la llegada de un convoy de caravanas “como el del año pasado”, le indicó. En efecto, esto ya había ocurrido, pero el ayuntamiento había actuado para que no volviera a ocurrir, colocando bloques de hormigón. Sin embargo, los dueños de las caravanas se quisieron colar por el único hueco posible, desafiando a todo un pueblo. El alcalde aceptó el reto y puso su cuerpo como escudo. Si querían pasar, sería por encima de él. “Me tumbé delante de ellos”, ha afirmado.

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El desalojo depende de la Justicia

Camp, de apenas 32 años, avisó a otros funcionarios y a la policía, pero hasta que llegaban, estaba solo. Hostiles, los visitantes empezaron con empujones. La agresión continuó levantándole y tirándole en repetidas ocasiones. “Me rodearon cuatro o cinco personas. Forcejeaba, caía al suelo”. En una de las veces que dio contra el suelo, se torció la muñeca y se hizo un corte en la mano con una valla. Al llegar los gendarmes, atendieron las heridas y tomaron nota de la denuncia. La instalación ilegal terminó consolidándose y ahora el municipio está a la espera de los tribunales para poder desalojar.

Son 200 las caravanas asentadas en el campo de fútbol. Camp, en declaraciones a Le Figaro, sufre un “impacto emocional”, así como su familia. Ya solo por las secuelas físicas -también sufre contusiones en las costillas-, el médico le ha prescrito 15 días de incapacidad laboral total.

En otras localidades próximas como Solaize, Neuville y Villefranche-sur-Saône también hay asentamientos ilegales de caravanas itinerantes de forma recurrente, y sus responsables políticos piden al Estado mayor apoyo. En Anthon, las caravanas están conectadas a una boca de incendios para el agua y a una caseta eléctrica para la electricidad. Todo esto se encuentra a pocos metros de la toma de agua potable de la red de abastecimiento de agua, que abastece a 30.000 personas, según Dauphiné Libéré.

Comunidad nómada en Loché-sur-Indrois, en
Comunidad nómada en Loché-sur-Indrois, en Francia.

Los “trabajos disuasorios” no funcionan

Recientemente, hubo también problemas similares en el pintoresco pueblo de Loché-sur-Indrois, ubicado en el departamento de Indre-et-Loire, donde se está librando una batalla silenciosa entre las autoridades y vecinos locales y las comunidades nómadas. Ante la instalación de caravanas allí donde les parecía, incluidas áreas de recreo o el prado comunal, su alcalde decidió destinar 20.000 euros del apretado presupuesto municipal para llevar a cabo lo que describió como “trabajos disuasorios”.

La inversión, en línea con las actuaciones en Anthon, fue destinada a la colocación de grandes piedras y a la excavación de trincheras, con el objetivo de disuadir las instalaciones no autorizadas y mantener el acceso despejado para los residentes locales. Gran cantidad de árboles -sus sombras- hacen más llevaderos los meses de calor. Pero allí, estas medidas tampoco fueron un freno para estas comunidades que viven o pasan largas temporadas en su caravana, no llegando a las manos pero sí a las amenazas: “Quitaremos las piedras y entraremos”.