Hallan restos de dos monstruos marinos prehistóricos en la cueva más grande del mundo tras 325 millones de años

Los animales ya extintos podían alcanzar los tres metros de largo

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Equipo de paleontólogos explora la
Equipo de paleontólogos explora la Mammoth Cave, donde encontraron los restos de tiburones prehistóricos. (NPS/Mammoth Cave National Park)

Un equipo internacional de paleontólogos ha identificado dos nuevas especies de tiburones fósiles que habitaron los mares de lo que hoy es Kentucky y Alabama hace más de 330 millones de años. El hallazgo, publicado en la revista Journal of Vertebrate Paleontology, revela detalles inéditos sobre la diversidad y evolución de los tiburones ctenacantos, un grupo extinto de parientes lejanos de los tiburones actuales.

Los investigadores, liderados por John-Paul M. Hodnett (Maryland–National Capital Park and Planning Commission y National Park Service), junto a colegas de la University of Alabama, Texas A&M University y el Mammoth Cave National Park, describieron dos especies hasta ahora desconocidas: Troglocladodus trimblei y Glikmanius careforum. Ambas fueron identificadas a partir de dientes y restos de cartílagos hallados en sedimentos marinos del periodo Mississippiano, en el interior de cuevas y afloramientos rocosos.

“Estos dos nuevos ctenacantos aportan información clave sobre la diversidad de tiburones en el Carbonífero y sugieren la existencia de al menos tres grandes linajes dentro del grupo”, escriben los autores en el artículo.

Aunque el estudio se basa en dientes y algunos restos de cartílago, la ausencia de esqueletos completos limita la reconstrucción detallada de estos tiburones. Los autores reconocen que futuras excavaciones y el hallazgo de más material podrían ayudar a esclarecer las relaciones evolutivas entre los ctenacantos y otros grupos de tiburones primitivos.

Hasta tres metros de largo

Recreación del Glikmanuis careforum y
Recreación del Glikmanuis careforum y el Troglocladodus trimblei, las dos especies halladas en la Mammoth Cave. ( Benji Paynose/Mammoth Cave National Park)

Troglocladodus trimblei pertenecía a la familia Ctenacanthidae y se caracterizaba por dientes de tamaño pequeño a mediano, con una cúspide central ancha y varias cúspides intermedias, además de una base dental acortada. Los dientes juveniles y adultos miden entre 7 y 23 milímetros de ancho. Según los autores, la morfología de sus dientes sugiere que podía alimentarse de presas de caparazón duro, como artrópodos o cefalópodos, y que alcanzaba hasta 3 metros de longitud.

Por su parte, Glikmanius careforum, de la familia Heslerodidae, presentaba dientes robustos con cúspides más cortas y anchas que otras especies del género. Además, se hallaron restos de mandíbulas y arcos branquiales, lo que permitió reconstruir parte de su anatomía. Los dientes de esta especie miden entre 5 y 21 milímetros, y los ejemplares adultos también podrían haber alcanzado los 3 metros de largo.

Durante el periodo Mississippiano, hace entre 330 y 323 millones de años, la región que hoy ocupan Kentucky y Alabama estaba cubierta por mares poco profundos. Los fósiles fueron hallados en formaciones como la St. Louis, Ste. Genevieve y Haney en Kentucky, y en la Bangor Limestone y una unidad de lutitas en Alabama. Estos ambientes marinos favorecieron la preservación de una gran diversidad de peces cartilaginosos, muchos de los cuales solo se conocen por dientes aislados.

El descubrimiento de Troglocladodus trimblei y Glikmanius careforum amplía el registro fósil de los ctenacantos, un grupo que floreció desde el Devónico tardío hasta el Pérmico medio, y que experimentó varias radiaciones y extinciones. Según los autores, Troglocladodus podría haber sido endémico de las aguas del suroeste de Laurentia (el antiguo continente que incluía Norteamérica), mientras que Glikmanius tenía una distribución más amplia, aunque menos abundante que otros tiburones de la época.

Los ctenacantos, reconocibles por sus espinas dorsales en forma de peine y una gran variedad de tipos dentales, fueron depredadores importantes en los ecosistemas marinos del Paleozoico. “Estos dos nuevos ctenacantos añaden información importante sobre la diversidad de Ctenacanthiformes y sugieren tres grandes linajes dentro del orden“, subrayan los autores. El hallazgo también pone de relieve la importancia de las cuevas y formaciones rocosas del sureste de Estados Unidos como reservorios de fósiles poco explorados, capaces de revelar especies desconocidas y episodios clave de la historia evolutiva de los tiburones.