Un avión entre Lisboa y Viena da media vuelta cuando sobrevolaba España por el mal olor: los pasajeros cambiaron de aeronave

Un vuelo de TAP Air Portugal que cubría la ruta entre Lisboa y Viena se ha visto obligado a regresar al aeropuerto de la capital portuguesa tras sobrevolar la frontera con España debido a un incidente de “malos olores a bordo”. Según ha informado el medio brasileño Observador, la aeronave aterrizó sin que se produjeran incidentes y los pasajeros continuaron su trayecto en otro avión.

El avión modificó su ruta original y volvió a Lisboa poco después de haber cruzado la frontera con España por culpa de la aparición de un olor anómalo en la cabina, lo que llevó a la tripulación a tomar la decisión como medida de precaución. Y este tipo de incidentes no son tan inusuales en la industria. Según un comunicado de la compañía portuguesa, “estos eventos desde hace muchos años han recibido la atención global de los operadores y fabricantes de la industria de la aviación comercial”. Entre las posibles causas de estos olores, TAP enumeró varios factores técnicos y operativos: la presencia de líquido anticongelante, fallos eléctricos o del sistema de ventilación —lo que genera un olor a quemado eléctrico—, aceite del motor (que produce un olor similar al de “medias sucias”), gases de escape tanto de la propia aeronave como de vehículos terrestres, combustible, fluido hidráulico (con olor ácido y aceitoso) y productos utilizados para lavar el compresor del motor. “La industria aeronáutica reconoce la ocurrencia de estos eventos en los que puede presentarse un olor intenso o desagradable en la cabina y/o en la cabina de pilotos, y que pueden variar según el tipo de aeronave”, agregó la empresa.

Sin embargo, el problema puede deberse a otros factores además de los técnicos. Los olores también pueden originarse en objetos transportados en el equipaje de mano de pasajeros o tripulantes. Así, productos de limpieza que se hayan derramado, desinfectantes o alimentos en mal estado pueden liberar compuestos volátiles y generar molestias olfativas en el interior de la aeronave. Todas ellas son situaciones que han ocurrido en el pasado, y aunque no suelen derivar en emergencias graves sí requieren la intervención inmediata de la tripulación para garantizar la seguridad.

Por eso, en este caso, según ha explicado la compañía, al percibir el olor inusual, el comandante decidió regresar a Lisboa para evitar riesgos adicionales y permitir una revisión técnica exhaustiva de la aeronave. Todavía no se han revelado las causas del mal olor.

La gestión de la calidad del aire en cabina constituye un desafío permanente para las aerolíneas y los fabricantes de aviones. Según la información proporcionada por TAP al Observador, los operadores han desarrollado procedimientos para identificar rápidamente la fuente de los olores y tomar medidas correctivas, que pueden incluir la sustitución de componentes, la limpieza de sistemas o la revisión de los protocolos de carga y transporte de objetos en cabina.

Los sistemas de ventilación y filtrado de aire han experimentado mejoras significativas en los últimos años, aunque persisten desafíos relacionados con la diversidad de fuentes potenciales de olores y la complejidad de los sistemas a bordo.