Así es como puedes averiguar si Hacienda te investiga: la empresa o el banco puede adelantarse

Cualquier contribuyente puede ser investigado por Hacienda por distintos motivos

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Varias personas son atendidas en
Varias personas son atendidas en la Agencia Tributaria para presentar la declaración de la Renta (Carlos Luján / Europa Press)

Cualquier contribuyente puede ser investigado por Hacienda. Lo cierto es que no es habitual y, si cumples con todas las normativas, las posibilidades de que la Agencia Tributaria estudie tu caso son muy bajas. No obstante, cualquier aspecto irregular o sospecha puede ponerte bajo la lupa.

Los contribuyentes que cumplen con todas sus obligaciones pueden recibir una notificación de Hacienda solicitando información adicional sobre alguna declaración. Por ello, es importante saber detectar si estás siendo investigado, para poder actuar en consecuencia y adelantarte a la sorpresa.

Cómo saber si estás siendo investigado

Hacienda notifica siempre el comienzo de una inspección, así que la recepción de este aviso es lo que confirma la investigación. Estas comunicaciones oficiales buscan alertar de que los datos fiscales están siendo revisados de forma específica.

Este es el dinero que se queda Hacienda de los décimos de la Lotería del Niño.

Antes de recibir esa notificación, pueden aparecer ciertas señales que hagan sospechar la apertura de una investigación. Un retraso anormal en la devolución de impuestos o en la concesión de subvenciones puede deberse a que se están realizando comprobaciones.

Además, resulta habitual que entidades como bancos o empresas vinculadas comuniquen al interesado que Hacienda les ha pedido información relacionada con su actividad. Por tanto, es muy posible que a través de tu banco o lugar de trabajo puedas conocer que se ha iniciado una investigación.

¿Qué es exactamente esta investigación?

Para empezar, es importante determinar en qué consiste estar investigado por Hacienda. El conocido como procedimiento de comprobación e investigación busca verificar que los contribuyentes cumplan correctamente con sus obligaciones tributarias.

Este proceso parte de elementos y las distintas partes de las declaraciones, buscando “descubrir la existencia, en su caso, de hechos con relevancia tributaria no declarados o declarados incorrectamente por los obligados tributarios”.

Otra variante es el procedimiento de comprobación limitada, que tiene como objetivo verificar hechos, actos o actividades que determinan la obligación tributaria. Normalmente lo pone en marcha el órgano competente, que comunica al contribuyente el inicio de las actuaciones.

Hacienda vigila el dinero que se dona de padres a hijos: este es el máximo para no ser investigado.

Movimientos vigilados y plazos

Entre los movimientos bajo vigilancia más habituales se encuentran las transferencias superiores a 10.000 euros, las discrepancias entre ingresos declarados y los informados por terceros, pagos no declarados, ingresos de plataformas digitales y deducciones improcedentes.

Hacienda dispone de un periodo limitado para revisar si la información aportada por el contribuyente es correcta. Generalmente, tienen cuatro años para iniciar una investigación, lo que normalmente empieza a contar desde el último día para cumplir con la obligación fiscal correspondiente.

Si la declaración se presenta fuera de plazo, esos cuatro años inician en la fecha de presentación, e incrementa las opciones de ser investigado. Además, cualquier requerimiento de Hacienda interrumpe las declaraciones hasta que se resuelva y, una vez concluido, el plazo continúa.

La Agencia Tributaria suele agotar el plazo legal de cuatro años antes de comunicar una reclamación o iniciar una inspección, lo que puede dar una falsa sensación de seguridad a quienes ya han presentado sus declaraciones fiscales. Muchos contribuyentes creen que, al no haber recibido noticias durante un tiempo, su situación está en regla, aunque Hacienda puede esperar hasta el último momento para actuar.