Los socios prefieren a Pedro Sánchez en la Moncloa: exigirán más explicaciones, pero no darán el gobierno a PP y Vox

El escenario gubernamental atraviesa una crisis sin precedentes. Después de que este jueves se haya conocido la implicación del ya ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, salpicado en el caso Koldo tras la filtración del informe de la UCO a los medios de comunicación, el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, salió a hablar después de semanas de polémicas con el partido de las que todavía no se había pronunciado. “Pido perdón porque, hasta esta misma mañana, estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán”, dijo este jueves en la rueda de prensa sobre quien ha sido su mano derecha desde 2021. “No debimos confiar en él”.

Por ahora, Sánchez ha descartado convocar elecciones, que continúan previstas para 2027. “Esto no va de mí, ni del PSOE, ni de los diputados del PSOE, sino de un proyecto político que está haciendo cosas buenas por este país”, añadió ante los medios de comunicación. Sin embargo, sus socios de Gobierno piden medidas más contundentes -Sánchez ha anunciado una auditoría externa y la reestructuración de la cúpula del partido-.

Pero hasta Sumar, el aliado irrefutable del Gobierno, ha dicho basta. La líder del partido, Yolanda Díaz, ha pedido un “reseteo” de la coalición y considera que la legislatura “necesita un punto de inflexión”. De la misma manera, Podemos sentencia que tanto las medidas como las explicaciones dadas por Sánchez son “muy insuficientes”. “No estamos ante meros comportamientos particulares, sino ante una trama corrupta que afecta al corazón del PSOE. No es el ‘caso Ábalos’ ni el ‘caso Cerdán’: es el ‘caso PSOE’.”, dicen fuentes de la formación morada, que además piden a Sánchez que los socialistas “devuelva el dinero robado”.

Por otro lado, Junts per Catalunya ha convocado una reunión urgente para analizar la situación y el impacto que esto puede tener en el acuerdo de Bruselas, pacto de investidura firmado con el PSOE a cambio de la aprobación de la ley de amnistía. De esta forma, la comisión permanente del comité ejecutivo del partido, tras reunirse, ha solicitado al líder socialista una reunión con el secretario general Jordi Turull y la portavoz en el Congreso Míriam Nogueras “para poder conocer de forma directa la viabilidad de esta intención y tomar decisiones”.

En cuanto a ERC, la formación catalana ha mostrado su preocupación tras la comparecencia de Sánchez. “Nos reafirmamos en que lo conocido hasta ahora es muy grave. Es necesario que el PSOE llegue hasta el final para limpiar, y que la Justicia actúe para esclarecer los hechos”, señala la formación independentista, que se ha cerrado en banda a la posibilidad de que Sánchez agote antes de tiempo su legislatura y Gobierno pase a estar formado por la derecha y la ultraderecha. “La solución a la corrupción no puede ser mayor. PP-Vox nunca será una alternativa porque encarnan una corrupción sistémica”, ha señalado el partido del que Gabriel Rufián es portavoz en el Congreso.

EH Bildu ha sido tajante. El partido de izquierda abertzale ha subrayado su firme compromiso con la honestidad y la lucha contra la corrupción, y exige que el PSOE actúe con total transparencia. Según Arnaldo Otegi, secretario general del partido, “los casos de presunta corrupción deben ser abordados con absoluta transparencia y honestidad política“. Desde la formación vasca, también reconocen que estos sucesos no son solo un problema interno del PSOE, sino que se inscriben dentro de un “contexto político e histórico muy concreto en el Estado español“. En la Mesa Política que celebrarán este próximo lunes 16 de junio la organización realizará un análisis “más profundo”. Por otro lado, el presidente del PNV, Aitor Esteban, exigió al PSOE y a Pedro Sánchez “más explicaciones” y expresó su “sorpresa” porque Sánchez haya considerado “aceptable” el informe de la UCO de la Guardia Civil y haya aceptado la gravedad de los hechos.