La tumba del periodista Victor Noir que atrae a miles de mujeres en busca de fertilidad: una leyenda alimentada por el tamaño de su pene

El periodista murió en 1870 en un tiroteo iniciado por el sobrino de Napoleón Bonaparte

Guardar
La tumba del periodista Victor
La tumba del periodista Victor Noir que atrae a miles de mujeres en busca de fertilidad (Wikimedia Commons)

En el histórico cementerio de Père-Lachaise, en París, se encuentra la tumba de un hombre cuya figura se ha convertido en un símbolo de fertilidad, atrayendo a miles de mujeres que buscan un cambio en sus vidas. Se trata de Victor Noir, un joven periodista cuya trágica muerte en 1870 lo ha convertido en un icono no solo en el ámbito de la historia de Francia, sino también en el imaginario colectivo de aquellas que desean mejorar su vida sexual y encontrar pareja.

Père-Lachaise, uno de los cementerios más famosos del mundo, fue inaugurado en 1804 por Napoleón Bonaparte como parte de una estrategia para combatir la insalubridad en París. Aunque en un principio los parisinos no querían ser enterrados fuera de la ciudad, este cementerio se ganó el reconocimiento cuando se depositaron los restos de Abelardo y Eloísa en 1817, cuyas célebres historias de amor atrajeron a muchos. A lo largo de los años, Père-Lachaise se llenó de personalidades emblemáticas como Molière, Honoré de Balzac, María Callas, Édith Piaf, Frédéric Chopin, Oscar Wilde y Jim Morrison. Pero, sin duda, uno de los personajes más singulares de este lugar es el periodista Victor Noir.

Asesinado por el sobrino de Napoleón

La tumba del periodista Victor
La tumba del periodista Victor Noir que atrae a miles de mujeres en busca de fertilidad (Montaje Infobae, Wikimedia Commons)

El nombre de Victor Noir, cuyo verdadero nombre era Yvan Salmon, adquirió notoriedad cuando decidió entrar en el mundo del periodismo en el diario La Marsellaise. En 1869, un artículo publicado por el editor del periódico, Paschal Grousset, atacó fuertemente a Napoleón I, quien ya había fallecido en 1821. Este artículo, sin embargo, provocó una reacción inesperada: Pierre-Napoléon Bonaparte, sobrino del emperador, se sintió ofendido por el texto y desafió al editor a un duelo.

El reto fue aceptado, pero en lugar de enviarse al director del diario, fue Victor Noir quien acudió en nombre de Grousset a negociar las condiciones del duelo con el descendiente de Napoleón. En un tenso encuentro, Pierre-Napoléon rechazó el desafío, argumentando que no se batiría con un plebeyo y decidió insultar a Noir, quien respondió con un sonoro cachetazo, tal y como informa Publimetro en un artículo. En ese momento, Pierre-Napoléon sacó un revólver y disparó a Noir, acabando con su vida a los 22 años.

El asesinato de Noir causó una gran conmoción en París. Más de 100.000 personas asistieron al funeral en el cementerio de Neuilly, en lo que fue una clara muestra de protesta por el asesinato y la posterior absolución del príncipe Bonaparte. Sin embargo, la historia de Noir no terminó ahí.

El lugar de culto para las mujeres en busca de una vida sexual plena, un marido o mayor fertilidad

En 1889, la tumba de Victor Noir fue trasladada al cementerio de Père-Lachaise, donde se encargó una estatua en su honor. El escultor Jules Dalou creó una pieza que muestra a Noir en una postura dramática, como si se hubiera caído en la calle tras recibir el disparo. La estatua, de bronce y a tamaño natural, se convirtió rápidamente en una obra admirada, pero hay un detalle que ha llamado la atención de quienes la visitan: el pene del periodista, que se representa de manera prominente, lo que ha dado lugar a una leyenda popular.

La estatua se asoció con la fertilidad de una manera poco convencional. Con el tiempo, las mujeres comenzaron a llegar a su tumba para realizar una serie de rituales: colocaban flores en su sombrero, besaban sus labios y tocaban su miembro viril, convencidas de que estos actos les traerían una vida sexual plena, mayor fertilidad o la llegada de un marido en menos de un año. Como resultado, la tumba de Noir se convirtió en un lugar de peregrinaje para muchas mujeres que buscaban un cambio en su vida.

La popularidad de la tumba de Victor Noir llegó a ser tan grande que, en 2004, las autoridades del cementerio decidieron colocar una valla alrededor de la estatua para evitar que las mujeres continuaran tocando el miembro de la escultura. Sin embargo, no se detuvo el flujo de visitantes. La presión de las mujeres que seguían acercándose para rendir homenaje a Noir fue tan grande que las autoridades finalmente decidieron retirar la valla, permitiendo que la tradición continuara. A pesar de los intentos de controlar el comportamiento en torno a la tumba, la creencia popular sigue siendo fuerte. Hoy en día, la figura de Victor Noir sigue siendo una de las más veneradas en Père-Lachaise, y las mujeres continúan llegando al cementerio, atraídas por la leyenda que se ha tejido a su alrededor.