Esta es la flor que resiste a todo y que florece en verano sin riego

Su versatilidad, belleza y el hecho de que no necesite cuidados especiales la convierten en un gran aliado, incluso en lugares de intenso calor

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Gaura lindheimeri (Adobe Stock)
Gaura lindheimeri (Adobe Stock)

Tener un jardín bonito y colorido en pleno verano es el sueño de muchos: con la llegada de los meses estivales, los planes al aire libre comienzan a ser protagonistas, por lo que, tras el frío invierno, son los colores verdes, amarillos y rosas los que se desea que predominen en las plantas del jardín.

Sin embargo, a menudo, cuando llegan las altas temperaturas, ese deseo choca con una realidad inclemente: el calor extremo, la sequía y la necesidad constante de riego hacen que muchas plantas se marchiten en cuestión de días. Especialmente en zonas con veranos secos y tórridos, como es el caso de muchas zonas de España, mantener la vegetación viva se convierte en una tarea ardua que requiere tiempo, dinero y paciencia.

Pese a que parece que, dadas estas circunstancias, el jardín está condenado a marchitarse, existen plantas que precisamente florecen en estos meses tan duros del año, incluso sin la necesidad de cuidados especiales ni riego contante. Es por ello por lo que estas opciones están empezando a conquistar jardines y balcones en toda España.

Gaura lindheimeri, la conjunción de belleza y resistencia

Se trata de la Gaura lindheimeri, una flor originaria de Norteamérica también conocida como “mariposa blanca” por la forma ligera y etérea de sus flores pequeñas, que pueden ser de color blanco, rosado o incluso fucsia. Su aspecto silvestre y elegante está potenciado por el hecho de que sus largos y finos tallos hacen que la planta parezca en constante movimiento ante cualquier soplo de ligero viento.

La Gaura florece desde finales de la primavera hasta bien entrado el otoño, incluso en pleno julio o agosto, cuando muchas otras especies ya han abandonado su época de esplendor.

Pero lo que más enamora de esta planta no es solo su estética, sino su increíble resistencia a la sequía, ya que ha aprendido a sobrevivir en condiciones extremas: no necesita riego frecuente, tolera el sol directo durante horas y no se marchita en suelos pobres o pedregosos. De hecho, regarla en exceso puede ser más perjudicial que beneficioso.

Gaura lindheimeri (Adobe Stock)
Gaura lindheimeri (Adobe Stock)

Por eso, se ha convertido en la favorita de quienes quieren un jardín con bajo mantenimiento, ideal para personas con poco tiempo, para segundas residencias donde no se puede regar a diario o para zonas donde las restricciones de agua hacen imposible cuidar especies más delicadas.

Una opción sostenible y decorativa

Además del hecho de que no se necesitan demasiados recursos para cuidarla, otro punto a favor de la Gaura es su valor ecológico: al atraer abejas, mariposas y otros polinizadores, favorece la biodiversidad local y ayuda a mantener el equilibrio natural del ecosistema. Tampoco requiere productos químicos ni fertilizantes especiales, por lo que permite estar en sintonía con el medio ambiente.

Aunque no es tan conocida como otras plantas ornamentales, la Gaura aporta un toque de belleza a cualquier jardín o terraza. Es versátil, por lo que puede plantarse directamente en el suelo o en macetas. Además, combina muy bien con otras plantas mediterráneas, como las lavandas, las salvias o las gramíneas ornamentales.