El robo más largo de la historia: dos empleados roban más de 1.000 motores en tres años y consiguen 2,3 millones de euros

La primera alarma saltó a principios de este año, cuando, haciendo inventario, se dieron cuenta de que había anomalías en el número de motores almacenados. En ese momento, la cifra provisional hablaba de 940 motores extraviados

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Una persona vierte aceite de
Una persona vierte aceite de motor a su coche. (Canva)

La fábrica india de Kia, filial del conocido fabricante surcoreano, se ha convertido en escenario de uno de los robos más prolongados y llamativos del sector industrial reciente. Dos ex empleados de la planta situada en el estado de Andhra Pradesh están siendo investigados por la sustracción sistemática de 1.008 motores de automóvil durante un periodo de tres años.

El valor total de este material robado supera los 2,3 millones de euros, según los informes oficiales. El caso revela una trama que pone en evidencia varios fallos en la seguridad industrial y destapa la existencia de redes de colaboradores externos capaces de exportar los motores hasta mercados lejanos en India, como la capital, Nueva Delhi.

Una trama interna permitió la desaparición sistemática de motores durante tres años

La primera alarma en la fábrica saltó a principios de este año, cuando, haciendo inventario, se dieron cuenta de que había anomalías en el número de motores almacenados, y que venían de mucho antes. En enero de 2025, tras varias semanas de revisar registros internos, Kia comunicó oficialmente a la policía de Andhra Pradesh la “desaparición” de estos componentes, vitales para la producción de coches. En ese momento, la cifra provisional hablaba de 940 motores extraviados.

Según los documentos de la investigación policial consultados por Reuters, los responsables directos serían el ex jefe de sección del área de expedición de motores, un hombre de 37 años, y el que fuera el jefe de equipo de la fábrica de Kia India entre 2020 y 2025, otro hombre de 33 años. Ambos habrían actuado durante tres años junto a otros cómplices internos y externos para sacar los motores de la planta utilizando facturas falsas y pases de acceso manipulados.

La investigación ha revelado una logística que empleaba varios camiones identificados mediante matrículas no oficiales o alteradas, lo que facilitó las acciones reiteradas sin levantar sospechas durante un largo periodo de tiempo.

La declaración policial del 16 de abril detalla la colaboración con al menos otras dos personas encargadas de orquestar el transporte hasta vendedores de chatarra, quienes a su vez colocaron los motores en mercados secundarios de diferentes regiones del país. En total, seis personas habrían estado implicadas de forma directa en la red delictiva, mientras continúa la búsqueda para determinar el alcance real de la distribución de los componentes robados.

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La multinacional refuerza controles y los sospechosos se enfrentan la justicia

La trama se descubre tras la implantación de nuevos controles en el proceso de gestión de inventario de la empresa. Desde la identificación de las primeras discrepancias, Kia puso en marcha una investigación interna y notificó oficialmente a las autoridades policiales, mientras reforzaba los sistemas de vigilancia. Fuentes de la compañía han explicado que han fortalecido también la supervisión y la seguridad en todas las áreas críticas de la fábrica para evitar incidentes similares en el futuro.

Uno de ellos, el hombre de 37 años, abandonó la empresa en 2023 y fue detenido. Actualmente, se encuentra bajo custodia policial mientras solicita la libertad bajo fianza ante el Tribunal Superior regional. Ha negado cualquier participación directa en la sustracción de motores, tal y como consta en los documentos judiciales.

En paralelo, el otro presunto colaborador de 33 años permanece en paradero desconocido y los números de teléfono relacionados con él no se encuentran activos. A pesar de que los dos ex empleados aún no han sido formalmente acusados, han sido citados como imputados y podrían enfrentarse a penas superiores a los diez años de prisión si se confirmara su responsabilidad penal. Por el momento, la investigación sigue abierta.