El mensaje de Pedro Sánchez a Santos Cerdán hace menos de un mes: “El acoso de ultraderechistas disfrazados de periodistas no tienen cabida”

El presidente compartió el mensaje en redes tras un episodio de acoso en el domicilio del entonces número tres del PSOE, quien hoy ha dimitido tras ser señalado en un informe de la UCO

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Pedro Sánchez y el tuit
Pedro Sánchez y el tuit que publicó en apoyo a Santos Cerdán (Montajes Infobae)

El 16 de mayo, cuando Santos Cerdán y su familia eran objeto de un hostigamiento cada vez más virulento por parte de medios y grupos vinculados a la ultraderecha, Pedro Sánchez lanzó un mensaje contundente en la red social X: “Mi solidaridad con Santos Cerdán y su familia. El acoso de ultraderechistas disfrazados de periodistas no tiene cabida en una democracia. Esto no va de partidos, va de derechos. Un abrazo, @santicl”.

Lo que entonces fue interpretado como un gesto de respaldo incondicional hacia su mano derecha en el PSOE, resuena hoy con una intensidad completamente distinta, tras la dimisión fulminante de Cerdán tras ser señalado en un informe de la UCO como el responsable de “presuntamente gestionar el monto y los pagos” de una trama en la que “Ábalos, y por extensión Koldo, generaban la deuda con Acciona por presuntas adjudicaciones fraudulentas”.

Este mensaje, que entonces buscaba cerrar filas en torno al secretario de Organización socialista, ha vuelto a circular este miércoles tras los graves acontecimientos que han sacudido al Gobierno. En su intervención desde la sede de Ferraz, Pedro Sánchez no solo ha confirmado la dimisión de Cerdán, sino que ha reconocido “haber cometido un error al confiar en él”, ha pedido perdón a la ciudadanía —hasta en ocho ocasiones— y ha anunciado una auditoría externa en el PSOE para esclarecer cualquier sombra de duda.

Una defensa convertida en advertencia

Aquel tuit de mediados de mayo llegó en medio de un episodio de acoso directo a las puertas del domicilio de Cerdán en Navarra. Supuestos reporteros, vinculados a entornos mediáticos de la extrema derecha, irrumpieron en su vida privada con cámaras y preguntas agresivas, lo que provocó una oleada de condenas desde las filas socialistas. Fue entonces cuando Sánchez escribió ese mensaje de apoyo, en el que advertía que “esto no va de partidos, va de derechos”.

Hoy, sin embargo, ese mismo mensaje se revisita con otra mirada. El mismo Cerdán que entonces era arropado por el presidente, ha sido señalado por un informe de la UCO que apunta a prácticas presuntamente corruptas. Aunque Sánchez ha asegurado no haber conocido el contenido del documento hasta esta mañana, ha tomado medidas inmediatas: la renuncia de Cerdán, una auditoría del partido y una renovación de la ejecutiva antes del Comité Federal de julio.

Pedro Sánchez y Santos Cerdán
Pedro Sánchez y Santos Cerdán (REUTERS/Susana Vera)

“Para mí es motivo de enorme decepción”

La frase con la que el presidente cerró su comparecencia ilustra el tono de la jornada: “Tengo que prescindir de una persona que ha sido colaboradora mía muy estrecha durante mucho tiempo y que para mí es motivo de enorme decepción”. Sánchez ha dejado claro que no habrá adelanto electoral —“No habrá convocatoria hasta 2027″— y ha defendido que el PSOE actuará con tolerancia cero frente a la corrupción.

Algunos sectores de la oposición han acusado al presidente de escudarse en la presión mediática para justificar errores internos. Desde el PP, Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a reclamar elecciones, mientras Vox ha anunciado que llevará el caso a los tribunales. Por su parte, algunos socios de investidura, como ERC o Sumar, exigen “explicaciones profundas” y advierten que la crisis no se resuelve con una dimisión.

Entre la lealtad y la responsabilidad

El mensaje de Sánchez en X queda ahora en una posición incómoda: fue un gesto de lealtad ante un acoso real, pero hacia una figura que hoy abandona el partido por la puerta de atrás, entre sospechas y decepción.

La frase “El acoso de ultraderechistas disfrazados de periodistas no tiene cabida en una democracia” permanecerá, quizás, como testimonio de un presidente que intentó proteger a los suyos hasta que la realidad le obligó a asumir responsabilidades.