Un hombre pone una pastilla abortiva en la bebida a su pareja embarazada y ella pierde el bebé unos días después: está acusado de asesinato

El hombre se había ofrecido a pagar los costes del aborto, pero la mujer se había negado a interrumpir la gestación

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Una mujer embarazada y unas
Una mujer embarazada y unas pastillas de interrupción del embarazo (Montaje Infobae)

Un hombre originario del estado de Texas (Estados Unidos) ha sido acusado formalmente de asesinato después de que presuntamente administrara una píldora abortiva en la bebida de su pareja embarazada sin su conocimiento. Según ha informado la BBC, el acusado, identificado como Justin Anthony Banta, fue imputado el pasado 6 de junio tras una investigación que se ha prolongado durante varios meses.

Los hechos se remontan al año anterior, cuando la entonces pareja del acusado le comunicó que estaba embarazada. Ante la noticia, Banta habría sugerido cubrir los gastos de una interrupción voluntaria del embarazo. La mujer, sin embargo, rechazó la propuesta, expresando su deseo de continuar con la gestación.

Posteriormente, y siempre según la versión recogida por las autoridades y difundida por medios estadounidenses, la víctima habría ingerido la píldora conocida como Plan C mientras compartía una bebida con Banta en un establecimiento de hostelería. Ese mismo día, la mujer había asistido a una consulta médica en la que le informaron de que el embarazo evolucionaba de forma adecuada.

Una mujer embarazada (Freepik)
Una mujer embarazada (Freepik)

Investigación y cargos

Tal y como recoge la BBC, la mujer sufrió una pérdida del embarazo pocos días después de aquel encuentro. Las autoridades que llevaron a cabo la investigación apuntan que se habrían eliminado del teléfono móvil del acusado “pruebas cruciales” relacionadas con el caso. La información eliminada fue clave para conectar al sospechoso con la administración no consentida del fármaco abortivo.

El acusado se enfrenta ahora a cargos por asesinato y por manipulación de pruebas físicas. La legislación del estado de Texas, donde ocurrieron los hechos, contempla restricciones severas al derecho al aborto, limitándolo casi exclusivamente a situaciones médicas extremas. En ese contexto, el uso no autorizado de medicamentos abortivos constituye un delito de especial gravedad.

Fuentes oficiales no han especificado cuántas dosis del fármaco se habrían administrado ni el método exacto empleado para disolver la pastilla en la bebida. Tampoco ha trascendido si el establecimiento donde ocurrió el suceso dispone de grabaciones de seguridad que puedan aportar más detalles.

Por el momento, no se ha fijado una fecha para el juicio. El acusado permanece bajo custodia, y se desconoce si su defensa ha presentado alguna declaración pública. Las autoridades continúan recabando pruebas relacionadas con el incidente.

Dos activistas durante una acción de FEMEN durante un pleno en el Senado, a 19 de noviembre de 2024, en Madrid (España). (INFOBAE ESPAÑA)

La utilización de Plan C, una pastilla abortiva de uso restringido a contextos médicos supervisados, ha sido objeto de seguimiento por parte de diversas organizaciones, especialmente desde que varios estados norteamericanos han endurecido su legislación en materia de aborto.