Un módulo lunar japonés queda destruido al aterrizar: llevaba el que habría sido el primer vehículo europeo en recorrer la Luna

Lanzado el 15 de enero desde el Kennedy Space Center (Florida, EE.UU.) a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, el Hakuto-R llevaba a bordo varios proyectos de investigación lunar

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Una réplica del rover lunar
Una réplica del rover lunar Tenacious (frontal) y Resilience, un módulo de alunizaje construido por la empresa emergente japonesa ispace, se exhibió en un evento en vivo sobre el progreso del alunizaje de Resilience en Tokio, Japón, el 6 de junio de 2025 (EFE/EPA/FRANCK ROBICHON)

La Luna vuelve a mostrar su carácter implacable a quienes intentan llegar a su superficie. El pasado 5 de junio de 2025, el módulo Hakuto-R M2 Resilience, operado por la firma japonesa ispace, se estrelló en la región Mare Frigoris, al norte del satélite terrestre. Este módulo había sido concebido para marcar un nuevo hito para Europa y la tecnología privada, ya que transportaba a bordo el rover Tenacious, el primer vehículo construido en el continente europeo preparado para recorrer el terreno lunar.

Un error del altímetro provocó el accidente

Hakuto-R M2 Resilience intentó su descenso tras pasar algo más de un mes en órbita lunar. La misión pretendía investigar una zona inexplorada, el llamado “Mar del Frío”. Sin embargo, la aventura terminó abruptamente cuando la nave, que debía haber alunizado a las 19:17 UTC, chocó contra el suelo a una velocidad aproximada de 200 km/h dos minutos antes del horario previsto. Los últimos datos telemétricos indicaron un descenso vertiginoso de su altitud, que pasó de 52 metros a –223 metros justo en el instante en que se perdió toda señal.

Esta imagen proporcionada por ispace,
Esta imagen proporcionada por ispace, inc. muestra a la sonda Resilience dando vueltas alrededor de la Luna, el miércoles 4 de junio de 2025 (ispace, inc. via AP)

De acuerdo con lo publicado en Eureka, blog del astrofísico y divulgador científico Daniel Marín, las causas, según la investigación preliminar de ispace, apuntan de forma directa al altímetro láser de la nave (lídar). El sistema envió la información de altitud con un breve retraso, menor a un segundo, lo suficiente para que la sonda “creyera” estar a mayor altura de la real y desincronizara la maniobra de descenso. El fallo recuerda, casi punto por punto, al accidente del primer Hakuto-R hace algo más de un año, cuando un fallo similar con el altímetro llevó a otra caída descontrolada debido a la gestión errónea de la altitud a la hora de apagar los motores.

La experiencia japonesa en la Luna viene salpicada de tropiezos recientes. Tras aquel primer incidente en abril de 2023, en enero de 2024 el módulo SLIM de la agencia japonesa JAXA logró posarse en la superficie, aunque de manera accidentada: boca abajo. Pese a todo, el artefacto resistió dos largas noches lunares.

El viaje de Resilience comenzó el 15 de enero de 2025 desde el Kennedy Space Center de la NASA, en Florida (EE.UU.), a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. En ese mismo lanzamiento volaba el módulo Blue Ghost de Firefly Aerospace, que sí consiguió aterrizar con éxito en la Luna en el mes de marzo.

La misión llevaba a bordo varios proyectos científicos

A bordo de Resilience viajaban varias cargas destacables. Tenacious, el pequeño rover de poco más de 54 centímetros y 5 kilos de peso, tenía entre sus tesoros una diminuta casa roja de 10 centímetros de altura, “The Moonhouse”, obra del artista sueco Mikael Genberg, quien explicó el sentido de su creación: “Para mí, la Moonhouse es tanto un logro colectivo, algo posible gracias a los esfuerzos de muchas personas, como algo profundamente personal. Es una pequeña casa en un lugar vasto y vacío, símbolo de pertenencia, curiosidad y vulnerabilidad”.

Los planes aspiraban a que Tenacious funcionase durante dos semanas, hasta el inicio de la noche lunar, y que mientras tanto se dedicase a recoger muestras de regolito con una pequeña pala. NASA ya había manifestado interés por esas muestras, valoradas en 5.000 dólares. El módulo llevaba, además, otros experimentos: el Water Electrolyzer Experiment para testar la producción de oxígeno e hidrógeno a partir de agua lunar; un módulo de cultivo experimental de algas; y un sensor de radiación para cuantificar la exposición en la superficie.

La Luna sigue resistiéndose. Ni los avances en tecnología lidar ni la capacidad computacional moderna han eliminado por completo los riesgos de estos descensos. Queda claro que, en la exploración lunar, las oportunidades no se conceden fácilmente y los errores, sobre todo cuando se repiten, pesan más en la Luna, aunque sea lo único.