La primera entrevista de Iñaki Urdangarin tras salir de la cárcel: su vida en prisión, sus hijos y su nuevo negocio

El exmarido de la infanta Cristina ha roto su silencio en ‘La Vanguardia’ para confesar de qué le ha servido el encierro y cómo afronta esta nueva etapa de su vida

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Iñaki Urdangarin en una imagen
Iñaki Urdangarin en una imagen de archivo.

Iñaki Urdangarin volvió a la vida pública tras haber dejado atrás un periodo de cinco años y diez meses en prisión, condena derivada de su implicación en el caso Nóos, uno de los mayores escándalos de corrupción de las últimas décadas en España. Desde abril de 2024, cuando recuperó su plena libertad, el exduque de Palma eligió el anonimato y se esforzó por construir una existencia alejada de la notoriedad mediática que marcó su paso como yerno del rey Juan Carlos I y esposo de la infanta Cristina, vínculo que se extendió desde 1997 hasta su divorcio en 2023.

14 meses después de recuperar la libertad, Urdangarin ha decidido hablar y conceder su primera entrevista a La Vanguardia. Se presenta como alguien dispuesto a afrontar una nueva etapa vital y profesional, muy distinta a su pasado como figura de la realeza y del deporte.

La conversación gira en torno a su experiencia en prisión y a la forma en que ha reinventado su futuro. Durante su estancia en la cárcel de Brieva, Urdangarin encontró refugio en la meditación, la lectura y los estudios. En ese periodo, no solo reflexionó sobre su vida, también optó por formación relacionada con el acompañamiento humano y emocional. Inició un máster en psicología de coaching y bienestar emocional, germen de su actual proyecto profesional: la marca de coaching Bevolutive, cuyo objetivo es guiar a deportistas y directivos en momentos difíciles y en el desarrollo de habilidades de liderazgo y gestión de equipos.

Quiero ayudar a otros, acompañar a personas en procesos de cambio o a superar desafíos. Aspiro, eso sí, a mantener una cartera pequeña y dedicarme de manera personal a cada uno de mis clientes”, declara. Sobre su nueva etapa, reconoce las dificultades que implica recuperar la confianza de las personas tras los acontecimientos vividos. “A la mayoría le ha llegado el personaje público, no conocen a la persona real ni mis inquietudes. Para reconstruirse se necesita que la sociedad dé oportunidades”, reflexiona.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia,
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, en una fotografía de archivo. (Óscar Ortiz/Europa Press)

El recorrido judicial de Urdangarin arrancó con el estallido del caso Nóos y se extendió durante doce años hasta que, en junio de 2018, ingresó en la prisión de Brieva, convirtiéndose en el primer pariente directo del rey en cruzar las puertas de un centro penitenciario en la historia reciente de la monarquía española. La condena incluía cargos por malversación de fondos públicos, prevaricación, fraude contra la Administración, delitos fiscales y tráfico de influencias.

La enseñanza de la cárcel

Durante su estancia en Brieva —prisión de mujeres donde cumplió condena en un área separada del resto de internas— Urdangarin dispuso de tiempo suficiente para profundizar en el aprendizaje y en la autocrítica. Según relata, ese proceso le permitió analizar “qué ha pasado y dónde nos hemos podido equivocar o no”.

Desde su salida de la cárcel, la rutina ha sido la base de su nueva existencia. Levantarse temprano, practicar deporte, dedicarse al trabajo y a las tareas de la casa junto a su pareja, Ainhoa Armentia, forman parte del día a día de Urdangarin. “Me he vuelto a reencontrar con cosas de la sencillez, que después de todas las etapas de mi vida es lo que más me apetece“, confiesa. Tras años de turbulencias y de defensa judicial, me apetece disfrutar de la cotidianidad”, comenta. Además, apunta que su vida ahora “no llama la atención de nadie” y reconoce tener la sensación de que se le ha “escapado el tiempo” en todos estos años.

El balonmano, deporte que marcó su trayectoria antes de ingresar en la familia real, sigue estando presente en su vida. Agradece especialmente que el Fútbol Club Barcelona no haya retirado su camiseta, con el mítico número 7, destacando la importancia de los logros deportivos alcanzados con el equipo.

El árbol genealógico de la Familia Real española

El excuñado de Felipe VI relata los tres consejos que le ha dado a su hijo Pablo, que juega en el Fraikin Granollers, para su carrera deportiva: humildad, actitud de guerrero y gestión de las victorias y las derrotas. “Tras las victorias se vuelve a empezar de cero y tras las derrotas se pueden extraer cosas buenas para el futuro”, sentencia.