Unos estudiantes se van de viaje escolar y vuelven con una multa de 2.000 euros: los padres le echan la culpa a la profesora

“Los profesores fueron muy groseros y vulgares, gritando y maldiciendo a todo el autobús e incluso amenazando con llamar a la Policía”, aseguran los controladores

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Niños en un autobús.
Niños en un autobús. (Adobe Stock)

Un grupo de estudiantes y profesores ha protagonizado una situación tan incómoda como cara durante una excursión escolar en la ciudad de Żywiec, Polonia. La situación se desencadenó cuando, al subirse al autobús, una de las docentes olvidó ticar los billetes por estar prestando atención una discusión entre los alumnos. Minutos después, dos controladores abordaron el vehículo y detectaron la infracción. Justo en ese momento, decidieron imponerles una multa que ha hecho que estalle la polémica.

En declaraciones al medio polaco Wyborcza.pl, la docente asegura que los controladores no emplearon buenas formas: “Inmediatamente después de entrar en el autobús, los controladores comenzaron a saltar sobre nosotros. No nos dejaron explicar nada y nos impusieron multas”. Se trata de una sanción total que asciende a más de 2.000 euros. Pese a que la profesora intentó justificar lo ocurrido, la empresa de transporte rechazó su apelación y argumentó que su comportamiento durante el incidente había sido “agresivo y vulgar”.

Según los controladores, cuyas declaraciones también toma en consideración el diario polaco, observaron al grupo durante cuatro paradas y les dieron tiempo suficiente para validar los billetes, pero la profesora no lo hizo. “Solo se dirigió a la máquina validadora cuando comenzó el control”, aseguran. También calificaron la actitud del profesorado como inapropiada: “Los profesores fueron muy groseros y vulgares, gritando y maldiciendo a todo el autobús e incluso amenazando con llamar a la Policía”.

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La multa terminó siendo compartida entre los estudiantes y sus padres, quienes ya han efectuado el pago. La docente asumió la responsabilidad de informar a las familias: “Inmediatamente después de toda la situación, hice 30 llamadas telefónicas a todos los padres de los estudiantes y les informé que esto era bajo mi supervisión, para que no se molestaran cuando comenzaran a llegar las multas”.

El malestar de los padres no tardó en reflejarse. Una madre afectada declaró al medio: “Pagué 300 zlotys (cerca 70 euros). Estoy muy disgustada con la situación. Como padres pagamos el viaje, y es el cometido de la escuela organizarlo. Entiendo que es una gran responsabilidad tener a un grupo tan grande de jóvenes bajo tu cuidado y que puede pasarle a cualquiera en tales circunstancias”. Sin embargo, añade que los estudiantes no deberían cargar con las consecuencias: “No culpo a la maestra. Sin embargo, nuestros hijos tampoco tuvieron la culpa. La póliza de seguro de la escuela debería protegernos contra este tipo de cuestiones”.

La profesora asegura que su intención era pagar

Según detalla el medio, la profesora está devastada por el hecho de que la traten como un fraude. “Realmente no sé qué interés tendría en no validar deliberadamente los boletos. Traté de explicarles a los controladores que estábamos en un viaje escolar, a partir del cual saldé cuentas con los padres de los estudiantes. ¿Cómo podría ganar dinero no validando los boletos que ya he comprado? Era el último día del viaje, ni siquiera tendríamos tiempo de usarlos. En respuesta, escuché que hay personas que se paran frente a los autobuses y revenden boletos a personas que no lograron comprarlos en otro lugar. Es realmente absurdo que se me acuse de tales intenciones".