
Algunas tradiciones pueden ser peculiares y llamar la atención de quienes no están acostumbrados a ellas. Este domingo, San Sebastián ha rememorado los elegantes días de la belle époque con el tercer ‘Paseo con Sombrero’, un evento que ha congregado a cientos de personas en un desfile de originalidad y estilo. En esta ocasión, los asistentes han lucido desde descomunales pamelas y gorros de flores hasta sofisticados tocados, compitiendo en creatividad y distinción.
Inspirándose en la tradición neoyorquina del siglo XIX del desfile de sombreros, esta versión donostiarra ha capturado el espíritu de festividad y moda, transformando el Paseo de La Concha en un escenario de elegancia atemporal y encanto contemporáneo. En el evento, los participantes demostraron su habilidad para mezclar lo clásico y lo moderno, con algunos diseños que mantuvieron cierta sobriedad, mientras que otros rompieron esquemas con creaciones más atrevidas como sombreros que recreaban pequeños bosques con elementos decorativos innovadores. La discreción, sin embargo, reinó en la mayoría de las propuestas, demostrando que la elegancia no requiere ostentación.

Celebración de la ‘txapela’ y un homenaje a la historia
Un elemento especial en esta edición ha sido la reinterpretación de la tradicional txapela. Los organizadores han incentivado a los asistentes a reinventar este clásico vasco, resultando en boinas de impactantes tejidos y colores, adornadas con plumas y broches o presentadas en sus formas más tradicionales. Este homenaje adquiere particular relevancia al celebrarse los 160 años de Boinas Elosegui, una emblemática firma sombrerera de Tolosa cuya historia ilustra el rico legado industrial de Gipuzkoa. De esta manera, el desfile no solo ha honrado una prenda icónica, sino que ha reforzado la conexión cultural con el pasado regional.
Este paseo ha partido desde el Palacio Miramar al mediodía, llenando el ambiente con las suaves melodías del jazz mientras los participantes avanzaban por el paseo marítimo. La Asociación Barrio San Martín, promotora del evento, ha insistido en la única regla para unirse a este festivo cortejo: llevar algo en la cabeza, lo que convierte el desfile en un vibrante mosaico de creatividad personal y cohesión comunitaria.

Actividades paralelas y un compromiso social
Este año, el evento se ha enriquecido con una serie de actividades paralelas diseñadas para reivindicar la industria sombrerera y su importancia para el comercio local. Entre las iniciativas destaca Txapelarte, un proyecto donde veinte txapelas, cortesía de Boinas Elosegui, son transformadas por prominentes figuras de la cultura, la gastronomía y el deporte, incluyendo a Eduardo Chillida, Martín Berasategui e Isabel Zapardiez, entre otros. Estos sombreros personalizados se exhibirán en una exposición itinerante por Gipuzkoa, culminando en una subasta benéfica destinada a apoyar a la Asociación contra el Cáncer.
El evento no solo celebra la moda y tradición, sino que también fortalece las redes locales al enfatizar la relevancia del comercio y la manufactura regional. Esta celebración del Paseo con Sombrero no solo proporciona un momento de entretenimiento y cultura, sino que también fomenta un sentido de comunidad y responsabilidad social, inspirando a residentes y visitantes a participar en una causa que rescate y celebre la rica tradición cultural de San Sebastián.
*Noticia elaborada con información de EFE
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