El método prohibido pero eficaz para mejorar la memoria de los alumnos en menos de 15 días: “Los niños realmente se benefician de ello”

Desde 1956, las autoridades francesas prohíben esta práctica: una encuesta reciente revela que la normativa se incumple en más del 40% de aulas en los últimos cursos

Guardar
Los beneficios de las tareas
Los beneficios de las tareas escritas en la educación (Pikrepo)

El debate sobre los deberes escolares ha sumado una nueva polémica en Francia, donde las reglas nacionales vetan desde 1956 los ejercicios escritos para casa para los alumnos de primaria. El objetivo oficial: proteger la salud física y mental de los niños, limitando la carga cognitiva fuera del horario escolar y evitando desigualdades ligadas al apoyo familiar. En la práctica, el resultado es claro: solo se permiten actividades de lectura o lecciones orales como tareas para casa.

Sin embargo, a pesar de esa prohibición, equipos docentes de distintos puntos del país han optado, en la intimidad de sus aulas, por introducir discretamente sesiones diarias de ejercicios escritos. A menudo, estas actividades se organizan fuera del horario reglamentario y al margen del conocimiento de las autoridades. Así lo cuenta Françoise D., antigua directora de primaria en el departamento de Yonne, jubilada y ya sin temor a represalias regulatorias. “Insistiendo a los profesores para que reintrodujeran breves tareas escritas todos los días en casa, se pudo observar una mejora en la comprensión y la memorización en apenas dos semanas. Sé que actuaba fuera de la norma, pero los niños realmente se benefician de ello”, asegura.

Deberes ilegales: los beneficios de las tareas escritas en la educación

De acuerdo con el medio francés Scolinfo, la base de esta transgresión no es casualidad, ni simple anécdota de resistencia funcionarial. Detrás se esconde una técnica que la ciencia lleva tiempo avalando: la repetición espaciada. Inspirada en los experimentos del psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus, esta estrategia consiste en revisar conceptos en varias ocasiones y a intervalos cada vez más grandes, favoreciendo la consolidación de la memoria a largo plazo. Aplicada mediante ejercicios escritos y periódicos, la técnica promete mejoras tangibles en la capacidad de recordar de los estudiantes en un margen de tan solo diez a quince días, sostenida por diversos estudios recientes.

Los beneficios de las tareas
Los beneficios de las tareas escritas en la educación (Rawpixel)

El portal Revisionfr detalla la potencia de este método, sobre todo si se combina con tarjetas de memoria y una planificación cuidadosa. La receta incluye sesiones de trabajo diarias de 25 minutos (siguiendo el formato Pomodoro), ejercicios similares pero con sutiles variantes, revisiones a intervalos crecientes (por ejemplo, al día siguiente, a los tres días, a los seis…), y un feedback escrito que ayuda a fijar los conocimientos en la memoria. Precisamente aquí surge la controversia, en la necesidad de que sea por escrito, considerado problemático por la normativa francesa.

Las autoridades educativas justifican la prohibición alegando causas históricas y médicas: exceso de carga intelectual, fatiga, posibilidad de agravar las diferencias entre alumnado acompañado en casa y quienes deben estudiar solos. El Ministerio de Educación francés recalca, a través de varias circulares, que “ningún deber escrito puede exigirse en primaria fuera del aula”. El investigador P. Rousseau, especializado en pedagogía, matiza: “Si la tarea es breve, está enfocada y responde a una estrategia cognitiva bien pensada, la prohibición puede volverse discutible en ciertos contextos”.

La realidad, según datos de una encuesta realizada en 2024 en tres departamentos franceses, revela una práctica clandestina extendida. Un 42% de las clases de los dos últimos cursos de primaria reconoce la entrega ocasional de deberes escritos fuera de la norma vigente. En el segundo nivel elemental, el porcentaje se sitúa en el 28%. La estadística ilustra una tendencia generalizada: la circular de 1956 no se cumple en más del 40% de aulas de los últimos cursos.

La contradicción entre regulación y efectividad pedagógica aviva la discusión en escuelas y foros docentes: mientras los avances en neurociencia reivindican el valor del ejercicio escrito y repetitivo en la consolidación de contenidos, la legislación persiste en garantizar el descanso mental y la igualdad de acceso educativo. Por ahora, la educación pública francesa sigue viviendo esa incómoda tensión entre lo que marca el reglamento y lo que funciona en la práctica.