“Sabe a agua”: así recicla una fábrica las aguas residuales para consumo humano

Esta alternativa al uso del agua marina se plantea como una opción en muchos lugares con sequía

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Tratamiento de aguas residuales de
Tratamiento de aguas residuales de San José-Santa Clara, California. (AP Foto/Terry Chea)

La posibilidad de reutilizar el agua residual puede ser un increíble avance para el bienestar del planeta, reduciendo el impacto humano. Frente a la creciente escasez de agua en Estados Unidos, una empresa en el condado de Orange, California, ha impulsado un proyecto de reciclaje de aguas residuales que puede marcar un punto de inflexión.

Desde 2008, The Groundwater Replenishment System mueve cerca de 500 millones de litros de agua a través de un complejo proceso tecnológico en su planta de purificación. Esto permite abastecer a casi una tercera parte de la población del condado, que supera los tres millones de habitantes.

Otro estados han comenzado a diseñar sus propios proyectos similares, como Los Ángeles, Texas y Colorado. La reutilización directa de aguas residuales se ha consolidado como una solución clave y sostenible frente al cambio climático y la crisis hídrica. No obstante, también tiene sus inconvenientes.

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¿Cómo funciona?

En primer lugar, el agua pasa por los sistemas de limpieza y filtrado habituales, que hacen que sea apta para regresar al mar. No obstante, cuando se trata de convertirla en agua potable, el proceso es más prolongado. Se bombea el agua a través de unas fibras huecas de polipropileno, que parecen pequeñas pajitas de plástico. Esto permite eliminar las partículas, bacterias y otros elementos no deseados.

En segundo lugar, el agua atraviesa unas tuberías que le llevan a un gran recipiente donde se extraen las sales, los productos químicos orgánicos y los restos farmacéuticos. Para ello, se lleva a cabo lo que se conoce como ósmosis inversa, que empuja unas membranas que permiten el paso de moléculas de agua, pero no de estos otros componentes.

Finalmente, el agua se rocía con luz ultravioleta de alta intensidad, obtenida a través de fuentes solares, terminando con otros desperfectos restantes. Así, los millones de litros van a parar a una gran cámara, listos para se distribuidos por los hogares o restaurantes. “Sabe a agua... porque es agua”, es el lema que eligieron para las tazas con las que se puede probar el líquido.

Embalse de Guadalteba, Málaga (Álex
Embalse de Guadalteba, Málaga (Álex Zea).

Ventajas e inconvenientes

Denis Bilodeau es el director de este proyecto. Explica que las condiciones del condado, donde la sequía afecta claramente a los procesos de obtención de agua, hace que esta manera de conseguirla se convierta en una necesidad y avance fundamental. Además, explica que su principal ventaja es que “podemos controlarlo”.

El director afirma que “queríamos total transparencia, porque estamos hablando de servir aguas residuales recicladas a las personas”. Por ello, ofrecen visitas y siempre han tratado de dar a conocer el funcionamiento de The Groundwater Replenishment System. Buscan que los consumidores entiendan cómo ese agua es totalmente potable.

El enorme problema que puede frenar su expansión es que, a cambio de no utilizar más agua de los océanos, se necesitan unas instalaciones y maquinarias que suponen un gran gasto energético y de electricidad. El sistema tiene un gasto eléctrico mensual de 2,5 millones de dólares, con un consumo de 17 megavatios de forma continua.

No obstante, muchos expertos consideran que es una alternativa atractiva y útil. Esta plantación llegó a recibir un título de Guinness World Records por la mayor cantidad de aguas residuales recicladas en agua potable en 24 horas.