Los viajeros ingleses tienen miedo de que les insulten por el rechazo al turismo masivo: “¿Es seguro viajar a España?"

La denuncia social contra el modelo turístico en algunas de las regiones más visitadas de España, como las islas Canarias, ha llegado ya a la comunidad británica de viajeros. La presión ciudadana contra el turismo masivo se materializará la próxima semana en una protesta multitudinaria dirigida a los turistas británicos y, especialmente, a la escasez de vivienda asequible que el fenómeno ha acentuado. Debido a esto, los visitantes del Reino Unido expresan su temor ante la posibilidad de recibir insultos y muestras de rechazo durante su estancia.

De acuerdo con el medio inglés My London, Steve Heapy, consejero delegado de la aerolínea Jet2, ha dado la voz de alarma dentro del sector al advertir de una “sensación creciente” entre los viajeros del Reino Unido que perciben el rechazo de la población local. “Hemos recibido llamadas en el centro de atención y en agencias de viajes con preguntas como ‘¿es seguro viajar a España?’ o ‘¿seguimos siendo bienvenidos en los destinos turísticos?’”, confirmó el propio Heapy durante un acto oficial en la embajada española en Londres.

Mensajes como “turistas, fuera” se han dejado ver en las pancartas de numerosas manifestaciones en los últimos años, protagonizadas por residentes de los principales destinos turísticos del país que reclaman límites ante la presión demográfica, el encarecimiento de la vivienda y el impacto sobre la vida local y el entorno. Según el responsable de Jet2, la percepción de inseguridad o rechazo está afectando ya las decisiones de muchos británicos sobre dónde pasar sus vacaciones. “Lamentablemente, esto se está convirtiendo en un problema importante, y la percepción termina convirtiéndose en realidad”, advirtió.

La próxima convocatoria tendrá lugar el 14 de junio en Tenerife a las 12 del mediodía (hora local), justo frente al Hotel Baobab Suites, en la Costa Adeje. Frente a este lujoso establecimiento, de propiedad belga, grupos ecologistas y residentes insulares se concentrarán para alzar la voz contra un nuevo complejo de 420 villas de alta gama en El Puertito de Adeje. “Salvar el Puertito”, el grupo que convoca la concentración, ha explicado que su objetivo es informar tanto a los huéspedes como al público general sobre la venta de propiedades de lujo “dentro de un proyecto ilegal” y sensibilizar sobre “cómo se está destruyendo El Puertito” y sobre la necesidad de “no apoyar negocios que dañan el entorno”.

El proyecto turístico, bautizado como “Cuna del Alma” y promovido por el empresario belga Filip Hoste, se ha convertido en foco de polémica no solo por el modelo de desarrollo, sino también por los daños ecológicos e incumplimientos legales que se le atribuyen. Según la prensa local, en los últimos meses se han abierto tres expedientes sancionadores contra los promotores por destrucción de yacimientos arqueológicos, amenaza a la flora protegida y por iniciar los trabajos sin contar con la preceptiva evaluación de impacto ambiental.

Pese a la gravedad de los hechos denunciados, los tres procedimientos terminaron caducando bajo la gestión del actual Ejecutivo autonómico, lo que ha intensificado, comprensiblemente, la frustración entre colectivos ecologistas y residentes de la zona. Muchos consideran que este tipo de proyectos agudiza la crisis de vivienda para la población local, al tiempo que hace crecer las tensiones entre turistas y vecinos.

La protesta del 14 de junio ha reabierto el debate sobre el futuro de El Puertito y sobre la conservación medioambiental en el archipiélago. Desde la organización se insiste en que la concentración tiene una finalidad pedagógica y busca visibilizar los efectos de la especulación inmobiliaria y del turismo a gran escala sobre los recursos naturales. Sin embargo, la tensión se filtra al clima social y ha llegado al punto de que la llegada de británicos, que tradicionalmente conforman uno de los principales mercados turísticos en Canarias, se percibe con resquemor entre determinados sectores.

Según informan desde Birmingham Live, el temor de los turistas británicos a ser increpados o recibir trato hostil se debe a la creciente percepción social de que el turismo de masas ha llegado a un umbral insostenible para el entorno y para la convivencia, además de traer dificultades económicas para los residentes. Las protestas recientes y el hartazgo en redes sociales contribuyen a la sensación de que el turismo, lejos de ser únicamente motor económico, puede resultar percibido como elemento disruptivo en lugares donde la placa inmobiliaria y la presión sobre servicios básicos alcanzan límites críticos.

El pulso sobre el futuro de El Puertito quedará de nuevo expuesto el próximo 14 de junio en una protesta que promete eco mediático y que, más allá de lo anecdótico, refleja las tensiones subyacentes en el modelo turístico de las islas. La próxima cita en Costa Adeje se convertirá en termómetro de la relación entre visitantes y residentes y en escaparate de un debate aún lejos de cerrarse.

La protesta tendrá como objetivo a los pasajeros de Jet2, Tui y Easyjet, ya que el complejo hotelero aloja y da servicio a clientes de las tres aerolíneas. La convocatoria llega después de que decenas de miles de personas hayan salido a las calles de España en la última protesta contra la especulación inmobiliaria y para exigir acceso a viviendas asequibles.

Los organizadores aseguran que hasta 150.000 personas participaron en la manifestación de Madrid, mientras que en otras 40 ciudades del país se llevaron a cabo protestas de menor tamaño. Manifestantes desde Málaga, en la Costa del Sol, hasta Vigo, en el Atlántico noroeste, corearon consignas como “fin a la estafa de la vivienda” y “los caseros son culpables, el gobierno es responsable”.

No se trata de una tendencia exclusiva de las Islas Canarias: el medio británico Daily Mail hizo eco recientemente de una de las manifestaciones en Mallorca contra el turismo masivo que denunciaba una situación “insoportable” para los locales. Los lectores, lejos de recibirlo con comprensión, reaccionaron con despecho y desde la burla: “Pronto gritarán cuando el país quiebre”, comentaba uno de ellos. Otros optaron directamente por el insulto: “¡Que sus ciudadanos vuelvan a montar en burro, luchar contra molinos de viento y cultivar melones!“.

Se sumó después a esto el Yorkshire Live: “España, avergonzada por el fracaso de las protestas contra el turismo británico en los destinos turísticos más populares”, titula este medio, añadiendo en la entradilla que “España ha quedado en evidencia después de que las reservas en estas regiones hayan aumentado”. El periódico asegura que España ha convertido a los británicos en “el principal blanco de las manifestaciones” y que, a pesar de estas, “datos recientes de TravelgateX muestran que las reservas en Baleares aumentaron un 10,1% la última semana respecto a la anterior, y un 29,7% en comparación con el mismo periodo del año pasado”.