La planta favorita para jardines que no necesita riego: es la flor ideal por su belleza y resistencia

El hecho de que no necesite demasiados cuidados la convierte en una buena opción para iniciarse en la jardinería

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Un jardín con varias plantas
Un jardín con varias plantas (Freepik)

Tener un jardín bonito es el sueño de muchas personas: ese pequeño refugio verde que alegra la vista, relaja la mente y convierte una casa en un verdadero hogar. Sin embargo, la realidad muchas veces se impone por encima de este deseo. El ritmo acelerado del día a día, la falta de tiempo o simplemente la escasa destreza con las plantas pueden convertir ese sueño en una maceta mustia o un parterre desértico. El olvido del riego es uno de los grandes enemigos del jardín doméstico, especialmente en climas cálidos o durante los meses de verano. Por eso, encontrar una planta que resista sin riego frecuente y que además embellezca el entorno es casi como hallar un tesoro botánico.

Esa planta, afortunadamente, existe: no necesita cuidados constantes ni exige atenciones diarias; además, no se marchita al primer olvido. Hablamos de la espirea, una especie que se adapta al ritmo de quienes no tienen tiempo ni ganas de convertirse en jardineros profesionales, pero que aun así desean ver flores y vida verde en su entorno.

La combinación de resistencia y belleza

La espirea pertenece a la familia de las rosáceas y es originaria de zonas templadas del hemisferio norte. Esta planta arbustiva es conocida por su forma redondeada y su espectacular floración. Lo más sorprendente, especialmente para las personas que quieren tener un jardín bonito sin demasiado esfuerzo es que puede sobrevivir con muy poca agua.

Flores blancas de la planta
Flores blancas de la planta espirea (Adobe Stock)

Esto no significa que crezca en el desierto, pero sí que, una vez establecida en el suelo, la espirea es capaz de tolerar largas temporadas de sequía sin sufrir daños severos. Esto se cumple incluso en climas con lluvias estacionales o en zonas urbanas donde el riego manual es ocasional.

Pero no es solo la resistencia lo que hace a esta planta una gran aliada para el jardín: también lo es por su belleza. Sus flores, que pueden ser blancas, rosadas o incluso púrpura claro dependiendo de la variedad, aparecen en racimos abundantes que cubren casi por completo las ramas, creando un efecto visual muy llamativo. Florece desde la primavera hasta bien entrado el verano y en algunos casos incluso ofrece una segunda floración en otoño.

Además, sus hojas (pequeñas, verdes y de borde dentado) cambian de color en otoño, pasando a tonos dorados o rojizos, lo que prolonga su atractivo ornamental incluso fuera de la temporada de floración.

Flores rosas de la planta
Flores rosas de la planta espirea (Adobe Stock)

Una planta ideal para iniciarse en la jardinería

Otro de sus grandes atractivos de la espirea es que prácticamente se cuida sola, ya que no requiere podas frecuentes, aunque agradece una ligera tras la floración para mantenerse compacta y fomentar nuevas flores al año siguiente. Además, tolera distintos tipos de suelo; prefiere el sol, pero también se adapta a semisombra, y no suele ser atacada por plagas importantes.

Gracias a su bajo mantenimiento, la espirea es ideal para quienes se inician en el mundo de la jardinería, así como para personas mayores que ya no pueden dedicar tantas horas al jardín o para lugares públicos y comunitarios que necesitan especies resistentes y decorativas al mismo tiempo.