Un taller le pide 11.000 euros por una reparación en su coche: denuncia que en su ciudad se la hicieron “a cambio de una cerveza”

Un empresario británico ha puesto en evidencia la falta de trasparencia de los mecánicos oficiales, que inflan las facturas hasta precios desorbitados

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Dos mecánicos arreglan un coche
Dos mecánicos arreglan un coche en un taller (Canva)

Carl Hartley, empresario británico del sector del automóvil, ha protagonizado una historia que ha reabierto el eterno debate sobre los precios en el mantenimiento de los coches de lujo.

Propietario de un exclusivo Bugatti Veyron, Hartley llevó su vehículo a un taller oficial para una revisión rutinaria. El resultado le dejó boquiabierto: el taller le pidió 11.000 euros por sustituir un simple botón de ajuste de los retrovisores, una cifra que según los técnicos estaba justificada por la necesidad de desmontar parte de la carrocería del deportivo, según informa el portal digital Motori News 24.

Esta factura astronómica puso en el punto de mira los elevados costes que afrontan los dueños de vehículos de alta gama. No es un caso aislado, ya que el precio medio de una revisión anual de un Bugatti Veyron puede superar los 25.000 euros, incluyendo operaciones básicas como el cambio de aceite y la revisión de componentes esenciales.

Un filtro de la transmisión, por ejemplo, puede costar hasta 3.000 euros y la mano de obra de un mantenimiento rutinario puede suponer más de 27 horas de trabajo, encareciendo la factura final.

Sin embargo, Hartley no se resignó. Descontento con la explicación y el presupuesto recibido, decidió consultar una segunda opción en un taller independiente de su ciudad.

La sorpresa fue mayúscula: el dueño del taller, Neil, localizó el botón a sustituir, idéntico al de un Volkswagen Transporter, por un coste de tan solo 1,16 euros. La reparación se realizó en apenas 25 minutos y, en tono de broma, solo le cobró una cerveza por el trabajo.

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Un debate abierto sobre los precios en el sector del lujo

El episodio de Hartley muestra la falta de transparencia en los precios que aplican los talleres oficiales, especialmente en el segmento de coches de lujo. Muchos propietarios, acostumbrados a pagar cifras desorbitadas por revisiones o recambios, podrían replantearse sus opciones tras ver cómo piezas comunes pueden valer apenas unos euros en establecimientos independientes.

Además, la historia ha provocado que se reconsidere la costumbre de acudir siempre a servicios autorizados, incluso para averías menores, frente a la alternativa de talleres de confianza que pueden resolver el problema de manera más económica y eficiente.

El mercado de la reparación requiere un cambio

Esta experiencia evidencia el abismo que hay entre las tarifas oficiales y las de los talleres independientes, sino que ha abierto un debate más amplio sobre la competitividad de las marcas de lujo y su política de recambios.

A medida que los propietarios de coches exclusivos descubren que muchos componentes son los mismos que los que usan los vehículos más asequibles, se multiplica la tendencia de buscar soluciones alternativas para el mantenimiento.

El caso de Hartley sugiere que el acceso a recambios a precios razonables puede cambiar la forma en que los clientes de este tipo de coches afrontan las revisiones.

El sector de la posventa de automóviles de alta gama podría verse obligado a adaptarse ante la creciente competencia, abaratando sus precios y garantizando mayor transparencia para ganarse de nuevo la confianza de los consumidores.