Piquetes, hogueras y barricadas en la huelga masiva de la industria del metal en Cantabria que aumenta la tensión entre sindicatos y la patronal

Mientras los trabajadores intensifican la protesta y reclaman condiciones dignas, la patronal exige intervención policial ante piquetes y paralizaciones, en medio del clima de enfrentamiento y acusaciones cruzadas

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Huelga del Metal en Cantabria
Huelga del Metal en Cantabria (CCOO Cantabria)

La industria del metal en Cantabria amaneció el pasado martes 3 de junio bajo la presión de piquetes, hogueras y barricadas en los alrededores de fábricas situadas en Santander, Torrelavega, Guarnizo, Ampuero y Reinosa. Empleados de firmas como Global Steel Wire, Teknia, Solvay y Sidenor se agruparon en las plantas para exigir la recuperación del poder adquisitivo perdido y la consecución de un convenio colectivo que consideraban justo para el sector. El contexto, marcado por el estancamiento en la negociación, ya dejaba sobre la mesa la amenaza de una huelga indefinida.

Seguimiento del 90% de los trabajadores del sector

De acuerdo con lo publicado en RTVE, En la práctica, la jornada supuso el cierre de empresas grandes y pequeñas a lo largo de toda Cantabria. Las imágenes de piquetes, barricadas y hogueras dibujaron una mañana tensa, aunque sin incidentes personales, según relató César Conde, secretario general de la Federación de Industria de CC.OO. “Es la reacción lógica”, precisó el líder sindical, subrayando que los piquetes no provocaron heridos ni daños materiales relevantes. El seguimiento de la huelga, de acuerdo con las cifras sindicales, rondó el 90% de los trabajadores. El calendario incluía una nueva convocatoria de paro ese jueves, con el aviso de que, si la patronal, Pymetal, no daba pasos, la protesta pasaría a ser indefinida a partir del 9 de junio. Desde la patronal, sin embargo, afirman que no existe una voluntad negociadora.

La consigna sindical se formuló en tono de advertencia. “Las acciones se pueden endurecer”, advirtió César Conde, quien recordó la tradición reivindicativa y el volumen del sector. Ese pulso colectivo pretendía sacar del atasco las negociaciones mientras desde el sindicalismo se acusaba a la patronal de propagar “bulos” para rebajar la participación y evitar avances. “Necesitamos que más gente se anime a los piquetes”, reclamó Conde, convencido de que la movilización había conseguido cerrar un buen número de factorías. Incluso empresas con convenio propio, como Global Steel Wire, optaron por bajar la persiana ante la falta de personal.

Huelga del Metal en Cantabria
Huelga del Metal en Cantabria (CCOO Cantabria)

El presidente de la patronal califica de “delincuencia” los actos de los huelguistas

Este conflicto no resultó improvisado. El precedente más cercano se sitúa en la huelga histórica de 21 días durante 2022, que dio paso a un nuevo convenio para el sector. En la actualidad, los sindicatos insistieron en que “va a depender de la actitud de la patronal” y alertaron de que las ofertas recientes resultaron “inferiores” incluso a las de dos semanas atrás. Conde recuperó el contexto de aquel paro: “Aquella huelga se produjo en un momento económico muy duro, pero ahora las empresas van muy bien y tampoco quieren actualizar las condiciones”. Según el sindicato, el panorama ahora era muy distinto, con un “récord histórico de desempleo, muchísimas vacantes” y la necesidad de reforzar el atractivo del sector para captar mano de obra joven.

La patronal optó por una respuesta contundente. Enrique Conde, presidente de CEOE-Cepyme, consideró que la huelga podía haberse evitado y atribuyó el desencuentro a “una mezcla entre ideologías y egos personales”. Solicitó a las administraciones “contundencia” frente a lo que calificó de “delincuencia”: “No se pueden quemar coches o instalaciones”. Diferenció entre “un piquete informativo y otra cosa es hacer delincuencia, que es lo que está pasando hoy en Cantabria”, y pidió a las autoridades “poner todos sus medios para que esto no sucediera”, reclamando una respuesta “total” ante cualquier acto ilícito: “si hay un delincuente, se lo tienen que llevar a la cárcel”.

El presidente de la patronal también aludió a la situación vivida en el polígono de Guarnizo, donde, según relató, la presencia policial no evitó que empleados de otros sectores no pudieran acceder a sus puestos. “No están dejando entrar a ningún sector y eso no se puede permitir”, remarcó.