Las monjas comendadoras de Madrid se ‘olvidan’ de cumplir la ley de patrimonio y no permiten visitas gratuitas a su rehabilitado convento

- “Hola, buenas. Quería saber qué días se puede visitar gratuitamente el monasterio”.

- “Ninguno, de momento no tenemos visitas gratuitas”.

La operadora que está al otro lado del teléfono es contundente. Si alguien quiere ver el convento, recientemente rehabilitado, que la Orden de las Comendadoras de Santiago tiene en Madrid, tiene que rascarse el bolsillo. La web que gestiona las visitas estipula los precios: 10 euros la entrada general, 8 euros para mayores de 65 años y pensionistas, 5 euros para jóvenes de entre 12 y 18 años, 6 euros si son grupos, y 15 euros si se opta por una visita guiada. “El monasterio abre sus puertas al público para ofrecer un recorrido cultural por sus estancias más representativas. Durante la visita podrá contemplar la Iglesia, Coro Bajo, Capilla de las Niñas, Sacristía de los Caballeros y Sala Capitular”, informa la web. Pero, como hemos dicho, siempre pagando.

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El convento fue fundado en 1650. Se trata del primer convento construido en la capital y el único que se conserva íntegramente. Está ubicado en la plaza de nombre homónimo, en el barrio de Conde Duque en Madrid, y está considerado Bien de Interés Cultural (BIC). Concretamente desde el 3 de diciembre de 1970. El artículo 13.2 de la ’ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español’ señala que los propietarios de un BIC deben permitir su visita gratuita cuatro días de cada mes.

La ley señala: “Los propietarios y, en su caso, los titulares de derechos reales sobre tales bienes, o quienes los posean por cualquier título, están obligados a permitir y facilitar su inspección por parte de los Organismos competentes, su estudio a los investigadores, previa solicitud razonada de estos, y su visita pública, en las condiciones de gratuidad que se determinen reglamentariamente, al menos cuatro días al mes, en días y horas previamente señalados”.

¿Qué cuatro días se puede visitar el monasterio? De momento, ninguno, incumpliendo, por tanto, la ley de patrimonio histórico. Infobae España ha hablado con la madre Rosario, la superiora de la orden que en la capital tiene unas 20 religiosas. “No sabíamos lo de las visitas gratuitas. Todo eso lo lleva una empresa”, señala. Y es que las monjas han contratado a la compañía Óptima Cultura para gestionar la web y las visitas. Uno de sus portavoces explica que la iglesia abre todos los días a las 18 horas para el culto, y que entonces “se puede visitar gratuitamente media hora o una hora entera”. ¿Y el resto de estancias del monasterio que se anuncian en la visita virtual?

“De momento el resto del convento se visita pagando. Pero las responsables son las monjas. A nosotros nos han contratado para acompañarlas en la gestión de las visitas, incluida la web, las autoguías y el personal que hay allí”, asegura el portavoz de Óptima. Es decir, que las monjas no saben nada y la empresa contratada para canalizar las visitas reconoce que no hay días gratuitos específicos para poder ver todo el complejo.

El convento ha abierto sus puertas al público el pasado 7 de mayo. Lleva varios años de obras. La Comunidad de Madrid ha invertido dos millones de euros en unos trabajos que consolidaron la estructura de la cúpula central, de los ábsides, los muros y los forjados. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) financió con otros 4,3 millones de euros la consolidación estructural y restauración de la iglesia, zaguán y torres del convento. Obras que finalizaron en 2023.

La Orden de Santiago fue fundada en el siglo XII en el reino de León, con el objetivo de defender a los cristianos durante la Reconquista y proteger a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. Su nombre y símbolo (la cruz en forma de espada) están dedicados al Apóstol Santiago, patrón de España. En 1584, el rey Felipe II promovió la fundación del Convento de las Comendadoras de Santiago en Madrid, destinado a albergar a las mujeres de la nobleza que ingresaban en la orden como Comendadoras. Estas damas no eran guerreras, sino religiosas que seguían la regla de San Agustín y se encargaban de la vida monástica, la oración y la gestión de bienes de la orden. Actualmente, gestionan una escuela infantil dentro de sus instalaciones.