La siderúrgica española teme un impacto “dramático” del arancel que Trump ha elevado al 50% en plena negociación: “Tenemos que defendernos”

Según Unesid, España exportó el año pasado cerca de 250.000 toneladas, con un valor de 400 millones de euros. Alertan de que la nueva subida ya afecta a los pedidos que están en tránsito

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Rollos de acero en una
Rollos de acero en una fábrica. (Europa Press/GONVARRI STEEL SERVICES)

La directora general de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), Carola Hermoso, ha alertado que los aranceles sobre el acero y aluminio europeo elevados por Trump del 25% al 50% tendrán un impacto “dramático” y “alarmante”.

En una entrevista para RNE este jueves, Hermoso ha criticado que, en plenas conversaciones entre Bruselas y Washington, Trump haya decidido “lanzar un órdago”. Desde Unecid señalan que hasta ahora, el arancel del 25% permitía, aunque con dificultad, compartir el sobrecoste con los clientes. Pero los nuevos aranceles tendrán un efecto inmediato y afectará no solo a los pedidos que van a realizarse, sino que ya afecta a los que están en tránsito.

De hecho, Hermoso señaló este miércoles que las empresas españolas ya han sufrido cancelaciones de pedidos. “Se trata de un impacto económico muy significativo”, ha añadido Hermoso. España exportó el año pasado cerca de 250.000 toneladas, con un valor de 400 millones de euros, según datos de la patronal. Hermoso ha alertado también que al menos 60.000 empleos españoles, directos e indirectos, estarían en peligro por el nuevo golpe de Trump.

El primer capítulo de las turbulentas relaciones comerciales entre Estados Unidos y Europa fue precisamente el anuncio de Trump sobre un arancel especial del 25% a todo el acero y aluminio europeo el pasado mes de marzo. Este gravamen entro en vigor el pasado 12 de ese mismo mes y continúa vigente pese a la tregua arancelaria pactada entre Bruselas y Washington, que mantiene congelado el arancel base universal del 10% anunciado en el Día de la Liberación.

En plenas e intensas negociaciones con la Unión Europea, el líder estadounidense decidió añadir más presión al asunto con la esperanza de que el bloque de los Veintisiete ceda ante sus pretensiones, anunciando un aumento del arancel hasta el 50%. El mismo día en el que entró en vigor volvieron a reunirse el comisario europeo de Comercio Maros Sefcovic y su homólogo estadounidense, en un encuentro que el jefe del comercio de la UE calificó como “positivo”: “Estamos avanzando en la dirección correcta, a buen ritmo, y manteniéndonos en estrecho contacto para mantener el impulso“, afirmó.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este lunes una directiva que aumenta los aranceles al acero y al aluminio del 25 al 50 por ciento a partir del 4 de junio, en el marco de la guerra comercial abierta por su Administración para aplicar su agenda proteccionista. (Fuente: White House/EBS/Donald Trump)

Según Unesid, Estados Unidos importa actualmente 27 millones de toneladas de acero al año, lo que representa el 28% de su consumo. La imposición de aranceles tan elevados no solo pone en riesgo nuestras exportaciones, sino que “está generando un preocupante efecto colateral como es el desvío de flujos comerciales hacia el mercado europeo”. Por eso, desde la patronal siderúrgica, temen que este nuevo golpe inunde el mercado europeo de importaciones de acero de terceros países, entre ellos China. La siderurgia europea no puede competir en igualdad con estos países que “no juegan con las mismas reglas” de sostenibilidad.

Piden a Bruselas y al gobierno respuestas contundentes

“Los estándares de la UE son muy elevados y los europeos trabajamos con condiciones muy dignas que en otros países no se aplican”. Desde la patronal han pedido a la Comisión Europea y al Gobierno una respuesta contundente. Respecto a Bruselas, piden que lleve a cabo unas negociaciones ágiles, activas y fáciles.

“Vemos que EEUU negocia fuerte y tenemos que defendernos con instrumentos comerciales de defensa que proteja tanto al acero europeo como a los fabricantes de primera transformación frente a prácticas desleales y a la creciente presión derivada de la sobrecapacidad mundial", ha señalado. Al mismo tiempo, ha considerado imprescindible que se apruebe un paquete urgente de ayudas directas para las empresas afectadas por el cierre del mercado estadounidense.