Irene Urdangarin cumple 20 años: su discreta vida lejos de España y su cambiante relación con la princesa Leonor

La hija pequeña de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin cambia de década disfrutando de su etapa universitaria y cierto anonimato

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Irene Urdanagarin llega a la
Irene Urdanagarin llega a la Catedral de la Anunciación de Santa María para asistir al enlace matrimonial de Teodora de Grecia (José Ruiz / Europa Press)

Este 5 de junio, Irene Urdangarin y de Borbón, la hija menor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, cumple 20 años. Una cifra redonda a la que llega, como ha sido habitual en su vida, en la más absoluta discreción y alejada del protagonismo que han acaparado otros miembros de la familia del Rey. Reservada y prudente, Irene ha crecido prácticamente al margen del foco mediático, marcada por los acontecimientos judiciales que afectaron a su padre y por la decisión de su madre de mantener a sus hijos fuera del epicentro institucional.

A diferencia de sus primos, la princesa Leonor y la infanta Sofía, -además de los Marichalar- Irene tuvo una infancia lejos de España. Su vida dio un giro en 2009, cuando su familia se trasladó a Washington por motivos laborales de su padre. Aquella fue la primera etapa del llamado “exilio” de los entonces duques de Palma. Más tarde, ya en pleno estallido del caso Nóos, la familia cambió su residencia a Ginebra, ciudad en la que Irene vivió buena parte de su adolescencia junto a su madre y hermanos. Iñaki, por entonces ya apartado de la vida familiar, se quedó en Barcelona pendiente de su proceso judicial para después ingresar en la cárcel de Brieva.

A pesar de la distancia geográfica, durante sus primeros años Irene mantuvo una estrecha relación con sus primas, especialmente con Leonor y Sofía, con quienes compartía edades similares, momentos de juegos y confidencias. Sin embargo, el distanciamiento institucional entre la infanta Cristina y la Casa Real, impulsado por los entonces nuevos reyes Felipe y Letizia, también se reflejó en las relaciones entre primas. El contacto se enfrió, y fue entonces cuando Irene encontró en su otra prima, Victoria Federica, hija de la infanta Elena, un nuevo vínculo familiar. Pese a la diferencia de edad, la relación entre ambas ha sido cercana, fruto también de la buena sintonía entre sus madres.

16/01/2023 Irene Urdangarín
POLITICA EUROPA ESPAÑA
16/01/2023 Irene Urdangarín POLITICA EUROPA ESPAÑA SOCIEDAD

El año pasado, Irene dio por finalizada su año sabático -tras acabar el curso anterior su etapa escolar- y comenzó una nueva etapa en su vida: sus estudios universitarios. La joven se ha matriculado en un grado de Hospitality (gestión de eventos y marketing), una carrera con un coste aproximado de 15.000 euros anuales, muy alejado de los 150.000 que algunos medios habían apuntado erróneamente. La universidad elegida no es, como se rumoreó, la misma en la que estudia Alexia de Holanda, hermana de la heredera al trono neerlandés.

Antes de dar este paso, Irene vivió una etapa de transición en Madrid, donde se instaló en el Palacio de la Zarzuela junto a su abuela, la reina Sofía. Fue un año de decisiones, marcado por el rechazo en la prestigiosa Universidad de Lausana debido a no alcanzar la nota de corte exigida. Lejos de interpretarlo como un fracaso, su entorno considera que fue una muestra de que “los privilegios que se les atribuyen no son tales”. “Si fuera alguien con privilegios, habría entrado. No fue así, porque sus notas no llegaban al corte, y ni una llamada de su abuelo ni de nadie habría servido para ayudarla”, explicaron fuentes cercanas a la familia a Vanitatis.

El árbol genealógico de la Familia Real española

Durante ese año, Irene aprovechó el tiempo: realizó voluntariado en Camboya, perfeccionó varios idiomas, obtuvo el carné de conducir y se preparó para dar el salto académico. Finalmente, el pasado septiembre, se trasladó al Reino Unido, donde emprendió oficialmente su nueva etapa universitaria.

En el terreno personal, Irene también ha vivido momentos significativos. Durante las últimas Navidades se dio a conocer su relación con Juan Urquijo, hermano de Teresa Urquijo, esposa del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Juan, que trabaja en la capital y es amigo de la familia desde la infancia, es el primer gran amor de Irene. Aunque ahora viven en ciudades distintas, mantienen el contacto.

Mientras tanto, Irene continúa en su camino, alejada de la exposición mediática que rodea a otras personas de su entorno. Sin escándalos, sin titulares grandilocuentes, su forma de estar en el mundo recuerda a la de su madre: prudente, firme y con una clara vocación de construir su futuro al margen de los focos. Así celebra sus 20 años, en ‘silencio’, pero con pasos decididos hacia su independencia.