Una perra recorre 161 kilómetros caminando y 1,6 kilómetros nadando para regresar a su hogar: tuvo que ser rescatada por un ferry

La perra tiene tendencia a escaparse de casa y se teme que pueda volver a intentar huir de nuevo

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Amber la perra que recorrió
Amber la perra que recorrió más de 150 km y nadó de una isla a tierra firme. (Imagen: KS Angels Rescue/Facebook)

El rescate de Amber en alta mar ponía fin a una travesía de más de cinco semanas y 161 kilómetros a través de sur de Inglaterra, un recorrido que incluyó bosques, ciudades y hasta un cruce a nado de 1,6 kilómetros por el puerto de Poole.

La perra, una mestiza de golden retriever de cinco años, había desaparecido el 25 de abril tras pasar solo una noche con su familia de acogida en Bramshaw, en el área de New Forest.

Su desaparición fue un golpe para la familia y los voluntarios de la organización benéfica KS Angels Rescue, que había estado cuidando de ella. La perra, aterrada y desconectada de su entorno, comenzó un viaje que la llevaría más allá de lo imaginable.

A pesar de los esfuerzos de por localizarla, Amber, en un estado mental salvaje, evitaba todo contacto humano. A lo largo de 36 días, se registraron 63 avistamientos de ella en la zona de New Forest, donde la comunidad se movilizó para buscarla.

Se instalaron estaciones de comida y cámaras, pero el rastro de la perra siempre parecía alejarse, como si la naturaleza misma conspirara para dificultar su retorno, según ha comentado el medio británico The Guardian.

Según Kelly Parker, cofundadora de la organización, la situación fue frustrante: “Sentíamos que siempre la estábamos siguiendo, pero nunca logramos alcanzarla. Fue una experiencia que preferiríamos no haber vivido, pero con un final feliz”.

Amber había sido rescatada de la calle en Catar, donde pasó la mayor parte de su vida en un refugio, lo que dificultó aún más su adaptación a la vida en un hogar. Al no haber formado vínculos suficientes, la perra escapaba cada vez que alguien intentaba ayudarla.

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“Estaba completamente dispersa, volvía una y otra vez al lugar de donde desapareció”, relató Sam Collins, cofundador de KS Angels Rescue. La familia de acogida de Amber, encabezada por Jess Wadsworth, no podía entender cómo la perra logró escapar a pesar de las vallas de 2,4 metros instaladas para evitarlo.

La ansiedad de la familia creció con cada avistamiento de Amber, mientras la perra, lejos de su hogar, recorría kilómetro tras kilómetro en busca de un lugar que la recibiera. “Nunca he conocido un perro que recorra tantos kilómetros y sobreviva”, dijo Wadsworth, sorprendida por la resistencia de la perra.

Durante las primeras semanas, Amber se mantuvo dentro de un radio de 16 kilómetros de su punto de partida, pero luego su rastro se perdió. Collins explicó que probablemente Amber viajó hasta Poole, donde algunos residentes informaron haber visto a un perro callejero, aunque la distancia dificultó la conexión con la perra perdida. Fue entonces cuando su historia dio un giro insospechado.

Tras vagar por las tierras de Hampshire y Dorset, Amber nadó 1,6 km desde Sandbanks hasta la isla de Brownsea, un refugio de vida silvestre donde los perros no suelen ser bienvenidos. Una residente de la isla, al confundirla con una foca extraviada, comenzó a alimentarla.

Isla de Brownsea, a donde
Isla de Brownsea, a donde nadó Amber. (Imagen: Página Web)

Sin embargo, al cuarto día, Amber intentó nadar de regreso a tierra firme, pero las corrientes y la marea la atraparon. Fue entonces cuando la tripulación de un ferry, en un acto de valentía, avistó a Amber en medio del mar. “Pensé, ¿qué hace un perro ahí fuera? Estaba luchando por volver, y sabíamos que si no la rescatábamos, no lo conseguiría”, recordó Ethan Grant, miembro de la tripulación.

Tras ser llevada a tierra firme, Amber fue revisada por un veterinario. A pesar de haber perdido peso y presentar algunos moretones, su estado general era bueno, dadas las adversas condiciones de su travesía. Collins comentó que “estaba muy cansada, pero en muy buenas condiciones, considerando todo lo que había pasado”.

Amber regresó con su familia de acogida, que, aunque aliviada por su regreso, tomaron precauciones adicionales para evitar que volviera a escapar. “Esperamos que Amber pueda disfrutar de un espíritu más tranquilo y estable en su futuro hogar”, expresó Parker. No obstante, se teme que, debido a su naturaleza evasiva y su experiencia traumática, la perra pueda intentar huir de nuevo.