Una gasolinera se incendia porque un hombre utilizó su teléfono móvil mientras repostaba: se fue como si no hubiese pasado nada

Este lunes, alrededor de las 10:45 horas, se declaró un incendio en una estación de servicio TotalEnergies situada en Bretteville-sur-Odon (Francia). Según testigos presenciales, el fuego se originó cuando un cliente utilizaba su teléfono móvil al mismo tiempo que repostaba carburante.

Las primeras informaciones apuntan a que el uso del dispositivo pudo haber generado una chispa que prendió fuego en las inmediaciones del surtidor. Al percatarse de la situación, el personal de la estación activó de inmediato el protocolo de seguridad contra incendios, lo que permitió cortar la distribución de combustible y evitar que el incidente fuera a más.

Varias dotaciones de bomberos acudieron al lugar dada la naturaleza del entorno, donde cualquier conato puede derivar en consecuencias graves. La rápida intervención permitió sofocar el fuego en pocos minutos. No se registraron heridos ni se produjo explosión alguna, y la zona fue asegurada para prevenir riesgos adicionales.

Testigos relataron que el conductor involucrado en el suceso arrojó un cubo de agua al suelo en un intento de contener las llamas antes de abandonar la gasolinera tranquilamente sin esperar a la llegada de los servicios de emergencia. Por el momento no ha trascendido su identidad ni si se ha iniciado alguna actuación formal en su contra.

Las autoridades recordaron que está expresamente prohibido el uso de teléfonos móviles cerca de los surtidores, una medida recogida en el decreto ministerial del 15 de abril de 2010 que regula las condiciones de seguridad en estaciones de servicio. Pese a ello, este tipo de comportamientos siguen observándose con cierta frecuencia, según fuentes del sector.

El uso del teléfono móvil mientras se reposta combustible está prohibido por motivos de seguridad, ya que puede generar interferencias electromagnéticas o chispas que, en presencia de vapores inflamables, suponen un riesgo real de incendio. Aunque la probabilidad es baja, el entorno de una estación de servicio contiene una mezcla potencialmente explosiva de aire y vapores de gasolina, especialmente alrededor de los surtidores. Además, el uso del móvil puede distraer al conductor durante el proceso de repostaje, aumentando la posibilidad de derrames o manipulaciones incorrectas del equipo. Por ello, las normativas de seguridad prohíben expresamente su uso en estas zonas.

Tras el incidente, la estación fue clausurada de forma temporal para permitir la revisión técnica de sus infraestructuras. Aunque los daños materiales han sido limitados, los responsables optaron por mantener el cierre hasta verificar el buen estado de todos los sistemas de seguridad.

A última hora del lunes, los trabajos de inspección seguían en curso y la reapertura estaba prevista para el martes 3 de junio a media mañana, siempre que las comprobaciones sean satisfactorias. Durante la jornada, el acceso a la gasolinera permaneció restringido y se estableció un perímetro de seguridad en los alrededores, aunque no fue necesario evacuar viviendas ni interrumpir el tráfico en la zona.

Desde los servicios de emergencia se ha subrayado que la rápida actuación del personal evitó un desenlace más grave, en un entorno especialmente sensible por la presencia de materiales inflamables. La investigación para esclarecer los detalles del origen del fuego sigue abierta.